Revista Cultura y Ocio
Hace un año que no escribía una entrada dedicada a las nuevas adquisiciones que pueblan mis estanterías y nada mejor que hacerlo con los libros que han llegado a casa por Navidad. Seis, nada más y nada menos.
Entre todos de gris de Ruta Sepetys: Junio de 1941, Kaunas, Lituania. Una noche de verano la Policía secreta soviética irrumpe encasa de Lina, una joven de quince años, y se la lleva junto con su madre y su hermano. Su padre, profesor universitario, ha desaparecido. A través de una voz sobria y poderosa, Lina relata el largo y arduo viaje que emprenden hasta los campos de trabajo de Siberia. Su única vía de escape son los dibujos que quiere hacer llegar a su padre para que sepa que siguen vivos, y el amor que siente por Andrius, otro joven deportado.
Los gritos del pasado de Camila Läckberg: La joven pareja formada por la escritora Erica y el detective Patrik disfrutan de unas merecidas vacaciones en la pequeña población costera de Fjällbacka. Erica está embarazada de ocho meses y el calor sofocante del verano vuelve especialmente difícil este último mes de gestación. La última cosa que necesita la joven pareja es un nuevo caso de asesinatos pero el malhumorado comisario Mellberg le comunica a Patrick que un niño ha encontrado casualmente el cadáver de una mujer. No obstante, lo más extraño es que junto al cadáver han aparecido los restos de dos mujeres desaparecidas años atrás. En aquel lejano caso, el acusado de la desaparición de estas dos mujeres había sido denunciado por su propio hermano. Ahora será necesario hurgar en el turbio pasado de estos dos hermanos unidos por el odio.
Muerte en La Fenice de Donna Leon: El cadáver de un famoso director de ópera es hallado en un camerino del teatro veneciano La Fenice durante el entreacto de la ópera que estaba dirigiendo. El caso cae en manos del comisario Guido Brunetti, quien pronto descubrirá todo un muestrario de vilezas que constituyen la cara oculta del rutilante mundo de la ópera.
La voz dormida de Dulce Chacón: Un grupo de mujeres, encarceladas en la madrileña prisión de Ventas, enarbola la bandera de la dignidad y el coraje como única arma posible para enfrentarse a la humillación, la tortura y la muerte. Pocas novelas podemos calificar como imprescindibles. La voz dormida es una de ellas porque nos ayuda a bucear en el papel que las mujeres jugaron durante unos años decisivos para la historia de España. Relegadas al ámbito doméstico, decidieron asumir el protagonismo que la tradición les negaba para luchar por un mundo más justo. Unas en la retaguardia, y las más osadas en la vanguardia armada de la guerrilla, donde dejaron la evidencia de su valentía y sacrificio.
Las tres heridas de Paloma Sánchez-Garnica: Ernesto, un escritor siempre a la búsqueda de su gran obra, encuentra una antigua caja de latón que contiene la fotografía de una joven pareja, Mercedes y Andrés, junto con unas cartas de amor. Comenzará a indagar en la historia de la pareja a través de los datos que obtiene de las cartas. La intrigante imagen, tomada el día que empezaba la guerra civil, y el posible destino de sus dos protagonistas le ayudarán a escribir su gran novela mientras se convierte en testigo de las heridas del amor, de la muerte y de la vida.
La ciudad de los ojos grises de Félix G. Modroño: Tras varios años viviendo en París, Alfredo Gastiasoro regresa a Bilbao cuando se entera de que Izarbe ha muerto. Su retorno pretende ser el último homenaje a la mujer que amó, pero pronto se convertirá en una pesquisa sobre las inquietantes circunstancias que rodearon su muerte. Alfredo tendrá que enfrentarse a su propio pasado, reviviendo una historia de amor que coincide con la época en que Bilbao pasa de ser una población casi rural a convertirse en una de las ciudades más prósperas del Viejo Continente.
¿Qué os parecen? ¿Habéis leído alguno?