Holaaaaa! Si, aquí estoy, no me morí, no dejé el blog, no me olvidé de ustedes, no dejé la blogger life, nada nada. Solo me fui de vacaciones y no alcancé a escribir un post para avisarles porque estuve MUY ocupada justo antes de irme.¿Qué? ¿Vacaciones otra vez dijo? Sí, eso dije. Y en dos meses y poco más se vienen otras. Qué puedo decir, le tengo cierto gusto a pasar 7.000 horas sentada en un aeropuerto esperando a que salga mi avión (jaja, kill me).Anyway, no digan que no les avisé, porque les conté unas tres millones de veces que me iba a Rio de Janeiro con mi novia, y de ahí es de donde vengo llegando hace menos de 24 horas. No se suponía que comprara ningún libro, pero resulta que todos los países venden más libros juveniles en inglés de los que Chile se atreve a mirar, así que me traje uno. #NotEvenSorryIgual esto es todo una big fat excuse para mostrarles como me fue.Pero primero (supongo) tengo que mostrarles el libro. Creo que no me equivoco si pienso que lo han visto por ahí tanto como yo. La verdad es que cuando lo compré no tenía ni idea de que se trataba (tampoco tengo mucha idea ahora, ya que voy solo en la página 32), pero lo había visto tanto en bookstagram y booklr que decidí comprarlo sin pensar tanto.No estaba muy convencida porque Divergente no me gustó demasiado, pero la portada me convenció (soy fácil, faaacil) y estoy contenta de haberlo hecho porque está bueno y original hasta ahora.
Otra cosa que amé es que los libros son muy baratos allá, este me salió un poco más de un tercio de lo que me saldría un hardcover aquí. Si hubiera traído más dinero conmigo, habría comprado seguramente uno o dos libros más, pero seguramente es mejor así, porque el viaje de Junio es a New York y Barnes & Noble ya está preparándose psicológicamente para mi visita.
Ahora que ya les mostré mi libro (que es hermoso hermoso hermoso), les puedo mostrar fotos de Rio (que también es hermoso hermoso hermoso).Ya había ido antes cuando era una niñita (o no tan niña, pero no una joven hermosa y genial como soy ahora, ay) pero esta vez no fue lo mismo porque 1) esa vez fue con familia en vez de novia y 2) esta vez fue con mi propio dinero y ay ay como duele (porque duele).Aunque el dinero duela, lo pasamos increíble, así que dejenme mostrarles.
Nos topamos con una chocolatería que tenía toda la pinta de cara pero que no era, y compramos unos trufones que son tan grandes que te dejan muerta. Son exquisitos y me quiero casar.
Las compras more like the candy haul + un par de shampoos que salieron en la fotoDato curioso: de seguro conocen las leches chocolatadas Toddy (aquí en Chile no hay pero igual las conozco porque no vivo en una caja vieron), bueno, en Brasil estaban pero se llaman Toddynho y me gustaron tanto que me traje. Soy una verguenza.
¿Fue Abbie solo a comer a Rio?
Esta es la vista desde uno de los lados del Pan de Azúcar. Sin duda una de las vistas más lindas que he visto (ah, ah). Otro dato curioso, he ido dos veces a Rio de Janeiro y no he visto ninguna el Cristo Corcovado pero si he ido dos veces aquí. ¿Reír o llorar? Reír, porque es hermoso.
También tomamos un tour a Angras dos Reis (Bahía de los reyes) que estaba a 3 horas en bus de Rio (jaja, kill me again), donde nos llevaron a lo que es llamado el Caribe de Brasil. Hicimos cuatro paradas en islas distintas con aguas tibias como la de la foto mientras viajamos en bote todo el día.Freaking beautiful.
Y bueno, no podía faltar una foto de nosotras porque estoy enamorada and because I can. Ahora que ya volví y no pienso volver a irme al menos por un par de meses, pueden volver a contar con mi regularidad aquí (yo sé que me extrañaban, no nos mintamos a nosotros mismos). Este viernes comienzo con el Book Club, así que pronto les estaré contando como va eso, además de que tengo muchas reseñas de libros y películas pendientes por escribir, así que estén atentos!Un beso!