Imparable

Película de acción entre ferrocarriles, del director Tony Scott, que hará las delicias de los aficionados al mundo del tren, bien para hablar de las inexactitudes que pueden aparecer, o por lo técnicas que resultan alguna secuencias.
La película, nos sitúa ante una situación que fue real: un error humano, hace que un tren de mercancías, cargado con material peligroso, que de sin gobierno ni control, y se precipite  a lo largo de la vía, con el peligro de descarrilamiento y choque de trenes tras cada curva. Por fortuna, Denzel Washintong, y Chris Pine, están a cargo de un tren próximo, y acudirán a intentar solventar la situación.
Una película que aunque su argumento este ya muy manido, y basado en hechos reales, no deja de entretener. Tony Scott, lo suele hacer, muchas de sus películas, son puro artificio, pero la mayoría, con un alto grado de entretenimiento, como es en este caso.
Puede que los diálogos, no sean una mayoría, y que nos quedemos a medias con las historias personales de los dos protagonistas, que bajo mi punto de vista, son bastante interesantes: Denzel Washington, tiene dos hijas que trabajan en Hooters (el famoso restaurante americano, donde las chicas, van bastante ajustadas, y son muy bien parecidas), y Chris Pine, esta a punto de divorciarse, por un error con su mujer.
Los actores protagonistas, están correctos, y cumplen su papel. Además de a Denzel, y a Pine, entre el reparto, podemos encontrarnos también con Rosario Dawson, que hace de aguerrida jefa de circulación, o de estación.
Las escenas de acción, son puro Scott, rodadas con nervio videoclipero, y sin dejar descanso. Son una buena arma contra el aburrimiento, que podría provocar ver la película sin ellas. Además, es impresionante oír rugir al tren desbocado, cargado con unas cuantas toneladas, arañando las vías.
Cierto es, que me viene de familia, el gusto por los trenes, pero creo ser bastante objetivo, para poder recomendar esta película, si tan solo buscas algo sencillo y que entretenga.