Trapiello, ayer en El Mundo, a vueltas con la guerra y la memoria del rojerío estatal: "Al fin y al cabo, como tantos otros, Preston considera que las responsabilidades de los vencidos quedaron saldadas con la derrota. Explicar el terror franquista sin tener presente el terror rojo es igual de absurdo que contar el golpe del 36 sin tener en cuenta el del 34. No se trata de justificar, sino de entender, algo difícil. Tal como hicieronChaves NogalesoUnamunocuando les tocó hablar dehunosyhotros
Corral y Junco tratan de entender. Preston, paradójicamente, solo quiere justificar a loshotros hablando perrerías de loshunos"
La maldita guerra de España...