Este desafortunado incidente se produjo después de que el Gobierno gallego dejase de costear la seguridad y organización de las visitas, que ahora gestiona directamente la empresa de seguridad de los herederos del dictador.Han sido los usuarios de este programa de integración para personas con discapacidad de Bergondo los primeros en alzar la voz para denunciar los hechos. Fue, aseguran, la experiencia "más desagradable" que vivieron en sus salidas. "No supimos reaccionar, teníamos que habernos plantado todos", se lamentaba Pedro, uno de los participantes. A consulta de este diario, Ángel Miramontes censuraba ayer el trato "denigrante" que le dispensaron los encargados de la visita.Los visitantes abandonaron el pazo sin que nadie les aclarase si existía alguna directriz que limitase el acceso a personas con dificultades de movilidad o si la negativa había partido del guía.El incidente ha trascendido un mes después de que la nieta del dictador, Carmen Martínez Bordiu, abriese las puertas de Meirás a la revista ¡Hola! para un extenso reportaje fotográfico en el interior del pazo.Tras solicitar información de lo ocurrido al departamento de Servicios Sociales, el Ayuntamiento de Bergondo criticaba ayer este trato "discriminatorio" y exigía medidas "para que no se repita la situación". "Todas las personas tienen que disfrutar en igualdad de un Bien de Interés Cultural", incidió.www.farodevigo.es/sociedad-cultura/2014/09/21/impiden-visitar-pazo-meiras-discapacitado/1097964.html

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