Los presidentes de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), reunidos el en la capital senegalesa, amenazaron con intervenir militarmente en Malí, y anunciaron un «embargo total» e inmediato contra la junta golpista que encabeza el capitán Haya Sanogo y su llamado Comité Nacional para el Restablecimiento de la Democracia y la Restauración del Estado (CNRDRE), en el poder desde el 22 de marzo.
El Consejo de Seguridad de la ONU también abordaría la situación en Malí, donde se complica con la rebeldía de los islamistas y los rebeldes tuaregs que ya controlan casi todo el norte del país.
Según un diplomático occidental, los 15 países miembros del selectivo cuerpo de la ONU —cuya presidencia de turno recae en Estados Unidos en abril— debería adoptar una declaración sobre la situación en ese país africano.
Antes del anuncio del lunes, la fuerza de la CEDEAO, que cuenta unos 2 000 militares, se encontraba ya en estado de alerta.
Tras la cumbre, el mandatario marfileño Alassane Ouattara, presidente en ejercicio del organismo africano, anunció que los jefes de Estado Mayor de los países de la región recibieron la orden de reunirse «esta semana en Abiyán para ver las modalidades de activación de esta fuerza».
«Todas las medidas diplomáticas, económicas, financieras y demás son aplicables desde hoy (lunes) y solo se levantarán cuando el orden constitucional sea efectivamente restablecido», declaró Ouattara tras una cumbre de la CEDEAO, en la que participaron doce jefes de Estado. «Hemos pedido que el embargo sea total por parte de todos los Estados vecinos de Malí», subrayó.
«La situación en Malí es muy grave, es un golpe contra la democracia y un ataque a la integridad territorial de este país», afirmó Ouattara.
«No es aceptable. El regreso al orden constitucional y a la integridad territorial debe hacerse lo antes posible», recalcó.
Cuatro días antes de la cumbre de Dakar, en otra reunión en Abiyán, capital de Costa de Marfil, la CEDEAO emplazó a la junta a restaurar el orden constitucional este lunes a más tardar, so pena de «embargo diplomático y financiero».
En respuesta al ultimátum, la junta militar, que trece días depuso por la fuerza al presidente de Mali, Amadou Toumani Toure, anunció el domingo el retorno al orden constitucional y unas elecciones en una fecha no precisada en medio del rápido avance de los tuaregs en el norte del país.
En el encuentro del lunes en Dakar estuvieron presentes 13 mandatarios del bloque, así como el representante especial del secretario general de la ONU para África Occidental, Said Djinit, y el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Jean Ping.
*La imagen muestra a los golpistas vigilando su cuartel en Kati, ubicado en las afueras de Bamako, la capital de Malí. Getty Images