“El buen aperitivo de mediodía”
Hoy en día gran parte de la sociedad vive en la luna, estamos siempre buscando el camino rápido, el camino fácil. Este camino fácil lo buscamos con todo, ya sea en temas de estudios, laborales, etc. Yo creo que es la vagancia del siglo XXI o los efectos negativos que ha traído la revolución tecnológica (no vamos a hablar de los positivos). Pero como todo, esto si no se saben usar bien estos efectos positivos no van a resultar de nada, serán contraproducentes.
Un ejemplo:
Cuando quedas con tus amig@s a tomar algo en un sitio y uno de los amig@s está siempre pendiente del móvil, parece que está en otro mundo y si, si lo está (ya damos por descontado que no es nada urgente, y que es habitual este tipo de comportamiento).
Otro ejemplo:
El coche presenta numerosos beneficios, como por ejemplo si vivimos en una aldea aislada en el medio de la montaña o en un pueblo que no cuenta con los servicios mínimos. En estos casos ayuda tenerlo, todos conocemos como funciona el transporte público si vives aislado.
Sin embargo, ¿qué me dicen de vivir en una gran ciudad y tener coche? Pongamos el caso de que hasta tu trabajo tienes buena conexión con el transporte público. Y en vez de coger el transporte público porque va mucha gente y llegas antes en tu flamante coche. Además oh, no es tan caro el coche (piensas). Pero siempre te acabas comiendo un atasco monumental, de minutos interminables.
Económicamente, la cifra ronda entre los 2.000 y 4.000 €: http://www.autopista.es/reportajes/articulo/cuanto-cuesta-mantener-mantenimiento-coche-101920
Cuando en transporte gastaremos menos, 100 % seguro, es cierto que el coche nos otorga cierta libertad, pero ¿es realmente equitativo?
Salud y revolución tecnológica
En el tema de la salud que es lo que verdaderamente nos interesa, nuestro organismo es nuestro coche. Pero este coche necesita su puesta a punto, si no se pone a punto. Se deteriora.
Aquí se une todo lo anterior, con nuestro tema la importancia de la salud. La tecnología lo que ha hecho en muchos casos en vez de ayudarnos nos ha transformado en seres más vagos. Ya no nos vamos a comparar con nuestros antepasados, el trabajo físico que hacían y el impacto que repercutía en su salud.
Pero lo que podemos es comparar cómo las tecnologías de cierta manera nos han aletargado, y lo que esto deriva en nuestra salud. No todas las personas se han dejado manipular por las corrientes de la revolución industrial y tecnológica.
Pero no es posible que estas cosas pasen hoy en día: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/12/08/estados_unidos/1481217189_307389.html
Y esto es gracia a la famosa revolución tecnológica: comida basura, sedentarismo y estrés. Un coctel perfecto para cualquier tipo de enfermedad.
Día típico del siglo XXI
Para el desayuno: un maravilloso bol de cereales con leche, si fuera de color la leche sería lo mejor, un desayuno radiactivo. A esto le vamos a sumar un vaso de zumo de estos envasados, para quitarle azúcar, cogemos de estos que ponen sin azúcares añadidos (a saber qué mierda tendrán, pero con un poco de azúcar añadido para no engañar al consumidor)…
Luego nos vamos en coche al trabajo, qué bien! Para coger el atasco mañanero! Y estresarnos un poquito! J
Al llegar al trabajo tenemos un jefe subnormal (bueno, esto quizás pasaría en cualquiera de los casos), nos aguantamos y vamos a por la pausa del café! ¿Qué tomamos? Hmmm ahora toca un donuts o croissant, que el cuerpo lo necesita. Hemos estado trabajando muchísimo (hablando con el de al lado y enviando unos emails). Guau!
Comida: puff, ayer estuve liado tomando unas birras con los colegas, y no cociné nada. Bueno, voy al “restaurante” a coger algo. Hmmm, lo mejor son uno de esos bistecs con patatas fritas. Me lo cojo para llevar y así ahorro. En la empresa cojo una coca cola, que está muy rica.
Salimos del trabajo y vamos para casa, huy, pero ¿qué toca? Es el atasco de las 18:00. Qué bien! Así da gusto irse a casa. Llegamos a casa, damos 5 vueltas a la manzana para aparcar y una vez lo conseguimos estamos muy reventados. Nos vamos para el sofá o la habitación a ver una serie, o mejor aún, vamos a ver fútbol! Juega nuestro equipo preferido! Qué bien, una cervecita y unas patatitas! Después del fútbol, o en el descanso toca la cena!
Cena: que podemos cocinar hoy, no he ido al supermercado, hmmm. Tengo unas pizzas en el congelador. Las voy a calentar y para dentro, que están ricas! Ñam ñam, huy! Pero qué gordo estoy! Mañana voy al gimnasio! Ahora me voy a dormir, que estoy reventado.
(Mañana la misma historia, solo que en el gimnasio hago un par de ejercicios sin ton ni son y me voy para casa todo contento, hoy no hay fútbol, hay la última película/serie del momento!).
Este relato que describo aquí, no es más que la cruda realidad, si, lo he exagerado un poco. Pero eso es lo que sucede, y solo un poco, todos tenemos algún conocido que cumple todo lo anterior o muy parecido.
Luego es normal que tengamos problemas de obesidad, problemas circulatorios, diabetes, diferentes tipos de cáncer, muertes prematuras, etc. Ahora bien, ¿compensa tanta tecnología y una vida tan “moderna”? ¿Compensa ahorrarnos unos metros a andar, para ir más cómodos? ¿Compensa hacer tu propia comida?¿Compensa hacer un poco de deporte?
Hombre si lo que quieres es que derive en una enfermedad, adelante, sigue abusando de la “revolución tecnológica” y tendrás tu premio. Una muerte prematura a los 55 años derivada de la obesidad y problemas circulatorios que tienes!
PD: a parte del costo personal, de esa serie de tipos de enfermedades. Para el estado, atender a estos problemas de la revolución tecnológica supone un gasto (nuestros bolsillos están pagando todos esos tipos de problemas).
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