- ·El gateo desarrolla la visión
- ·La tactibilidad
- ·El habla
- ·El equilibrio
- ·La orientación
- ·Posibilita la coordinación entre los dos hemisferios cerebrales.
Hemisferio Derecho:
El lado derecho controla las funciones emocionales y creativas. Es anárquico y se guía por la intuición. Sintetiza, no analiza.
Hemisferio izquierdo:
El lado izquierdo ejecuta las habilidades manuales, las funciones lógicas y matemáticas, el lenguaje y la escritura. Procesa, compara y ordena.
El gateo conecta los dos hemisferios cerebrales y crea las rutas de información. Desarrolla el patrón cruzado (sincronización y equilibrio), además de ayudar a nuestros pequeños a conocer el mundo que lo rodea y a adaptarse al medio ambiente, también los estimula a establecer su lateralidad (si es diestro o surdo) y posteriormente a la escritura.
¿Cómo estimular el gateo en nuestros hijos?
Una vez que el niño se siente sin apoyo (aproximadamente a los 6 meses), está listo para ponerse en posición de gateo. Cuando está sentado, ayúdelo a que apoye las manos hacia adelante, doble las rodillas y dirija los pies hacia atrás, con un ligero empujoncito al balancearse.
Ejercicios que ayudan al gateo:
Manténgalo boca abajo durante periodos cortos de tiempo, varias veces al día, para esto, hay que llamar su atención poniendo juguetes o espejos frente a él o hacer sonar instrumentos musicales atrayentes frente a él.
Haga presión sobre sus hombros y sus caderas para que mejore la postura y la fuerza.
Balancéelo sobre una pelota grande hacia adelante y a los lados para que mejore el equilibrio y tonicidad muscular.
Lo primero que empiezan a usar para desplazarse son las manos, por eso, colocándose por atrás del niño usted puede dirigir sus piernitas para que haga el movimiento sincrónico con las manos.
La estimulación táctil que recibe a través del gateo mejora notablemente su capacidad de coordinación y equilibrio, hay que favorecer el gateo y retrasar lo más que se pueda la habilidad de caminar (que inicia aproximadamente al año y 3 meses).
Poniendo al niño boca abajo mejora la fuerza y coordinación de la musculatura del cuello, de los hombros y del tronco.