El vínculo afectivo de apego en la primera infancia es un tema que desde siempre me ha apasionado. El objetivo de este artículo es establecer un paralelismo, muy a grandes rasgos, entre lo que el autor plasma en su " Diario de a bordo de un padre primerizo..." y la formación del vínculo afectivo de apego.
Es importante que los padres se muestren sensibles no sólo cuando el niño desee su contacto o proximidad, sino en todos los contextos en los que se origine una interacción padres-hijos, por ejemplo durante el juego, durante la alimentación o también en momentos de aflicción.
Diario de a bordo de un padre primerizo jugando a las batallas de tiempos pasados
El pasado 14 de mayo de 2015, tuve el privilegio de participar, junto al médico y escritor Alberto Soler Montagud, en la presentación de "Diario de a bordo de un padre primerizo jugando a las batallas de tiempos pasados", un enternecedor libro escrito por J. D. Álvarez cuya temática son las anotaciones que en un diario hace un padre relatando las experiencias que comparte con su primer hijo, poco antes de que éste cumpla los dos años. La lectura de la obra me ha motivado a escribir este breve artículo para redundar en algunos de los aspectos que expuse en mi ponencia y que surgieron gracias a la habilidad el autor para acaparar la atención del lector y transmitir ternura con cada uno de los capítulos, donde se describen experiencias propias de la evolución del pequeño Raúl y como son vividas por su padre.
Se da también la circunstancia de que, leyendo el libro, he revivido experiencias lejanas de mi maternidad que recientemente afloraron con el nacimiento de mis dos primeros nietos, unos preciosos mellizos. También me he podido reafirmar en la convicción de cómo el amor hacia los niños puede transformar todo en nuestras vidas y propiciar, desde nuestra adultez, un mágico reencuentro con el infante que pervive en nosotros como un niño dormido que de vez en cuando despierta y nos impele a manifestarnos con naturalidad, sin censuras y bajando la guardia tal cual hicimos en nuestra infancia.
El vínculo afectivo de apego en la infancia temprana
En los primeros meses de vida, el bebé depende exclusivamente de sus cuidadores principales -madre, padre- ya que sólo experimenta sensaciones como hambre, frío, sueño, dolor o disconfort y son los padres quienes deberán traducirlas ya que el bebé sólo puede expresarlas a través del llanto. Una vez interpretadas estas sensaciones, serán también los padres quienes deban atender a cada necesidad que el bebé exprese sin palabras. Si el resultado de esta interacción es que el pequeño se sienta debidamente atendido y considere cubiertas sus necesidades, el resultado será seguridad en esas interacciones tempranas con sus cuidadores. Es decir, se producirá un vínculo afectivo de apego seguro.
Es importante que los padres se muestren sensibles no sólo cuando el niño desee su contacto o proximidad, sino en todos los contextos en los que se origine una interacción padres-hijos, por ejemplo durante el juego, durante la alimentación o también en momentos de aflicción.
Llama la atención, y resulta muy ameno al leer el "Diario de a bordo de un padre primerizo jugando a las batallas de tiempos pasados", como el autor describe los juegos que lleva a cabo con su hijo. Consideremos que el juego es una parte importante en la vida del niño ya que a través de él se abren las puertas al mundo de la fantasía, los niños aprenden a relacionarse con los demás y, entre otras muchas cosas, tanto a divertirse como a frustrarse. Los juegos se erigen como una inmensa fuente de aprendizaje y compartirlos con los padres fomenta el vínculo afectivo de apego.
Termina de leer este artículo en Terapia Gestalt, el blog especializado de Clotilde Sarrió.Formación como Terapeuta Gestalt en el Institute Français de Gestalt-Thérapie. Diplomada en Psicopatología por la UOC (Universitat Oberta de Catalunya). Miembro de la Asociación de Psicólogos y Terapeutas Gestalt para el Desarrollo. Miembro adherente de la Asociación Española de Terapia Gestalt- APTG Mi orientación se integra en la corriente gestáltica de la Costa Este, representada por el New York Institute (1951), bajo la dirección de Laura Perls y la corriente afín de Cleveland. Terapia Gestalt Valencia.
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