Mientras las acusaciones de antisemitismo en el Laborismo continúan girando, el novelista judío Howard Jacobson dice que percibe una “profunda depresión” que crece entre los judíos del Reino Unido.
Un veterano rabino europeo ha advertido que, si el líder laborista del Reino Unido Jeremy Corbyn es elegido primer ministro, muchos judíos podrían huir del país.
El rabino Pinchas Goldschmidt, presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos, dijo a The Times:
“Si la comunidad judía siente que solo pueden sentirse seguros y snetir que su futuro está asegurado si un partido está en el gobierno, y el otro los hará sentir menos seguros, es un problema y pone a la comunidad judía en una nueva situación en la que, antes de cada elección, todo debe ser cuestionado“.
Dijo que si la líder del Frente Nacional de extrema derecha de Francia se convirtiera en la líder de Francia, “miles de judíos” probablemente decidieran abandonar el país.
“No quiero hacer un paralelismo entre el laborismo británico y el Frente nacional francés, pero si los judíos sienten que hay un cierto partido por el que se sienten muy preocupados, que no respeta su presencia dentro de Gran Bretaña y no busca su seguridad y su futuro, entonces podrías tener algo muy similar“.
Corbyn ha sido acusado de no hacer lo suficiente para lidiar con lo que se considera un grave problema de antisemitismo en su partido. Él mismo se ha enfrentado a preguntas sobre sus propios vínculos con conocidos antisemitas, comentarios pasados sobre Israel y asociaciones con figuras vehementemente antiisraelíes.
Y esta semana se enfrentó a duras críticas de algunos de sus propios legisladores por asistir a un evento de Pesaj organizado por un grupo de extrema izquierda judío que rechazó las acusaciones de antisemitismo en el laborismo como “falso ultraje” y pidió “quitarse de encima a Israel“
Goldschmidt dijo que no sabía si Corbyn había cruzado la “línea roja” del antisemitismo, “pero de hecho, al unirse a estos grupos y al no hacer lo suficiente en términos de luchar contra esos bolsas antisemitas dentro de su partido, está destinado a cruzar esta línea roja“.
Mientras tanto, el novelista judío británico Howard Jacobson escribió en un artículo de opinión, publicado en The Guardian el sábado, que cada vez siente que vive “a la sombra de un enemigo invisible“. Aunque enfatizó que Gran Bretaña sigue siendo “un buen país para ser judío”, notaba un “creciente odio virulento hacia Israel”, una empresa a la que solo estoy tenuemente conectado, pero conectado de todos modos.
“La atmósfera de la que hablo es de un tipo al que ningún grupo debe someterse”, escribió. “Se manifiesta en el abuso habitual en las redes sociales, el ahogar cualquier discurso considerado disonante en las universidades, los consejos locales y cámaras de debate, ese desprecio de ojos fríos del que Jeremy Corbyn es maestro, y la suposición no disimulada, dentro de la política izquierdista, de que cuando un judío se queja de antisemitismo, está mintiendo. La mayoría de los judíos saben qué es antisemitismo y qué no lo es“.
Jacobson agregó: “No puedo hablar por todos los judíos, pero una profunda depresión se apoderó de los que conozco“.
The Guardian informó el viernes que los partidarios de Corbyn a principios de marzo trataron de bloquear las medidas disciplinarias contra los miembros del Partido Laborista que enfrentaban quejas sobre el antisemitismo.
Las actas de un panel del Comité Ejecutivo Nacional presidido por Christine Shawcroft -ella misma obligada a renunciar por su defensa de un negacionista del Holocausto– mostraron que los aliados de Corbyn intentaron minimizar las consecuencias para un miembro que se enfrentó con otro miembro por antisemitismo en el partido, y quien luego culpó a los “sionistas” por sus problemas.
En otro caso, los partidarios del líder del partido intentaron defender a una mujer acusada de hacer comentarios antisemitas en las redes sociales.
Mientras las acusaciones de antisemitismo en el Laborismo continúan girando, el novelista judío Howard Jacobson dice que percibe una “profunda depresión” que crece entre los judíos del Reino Unido.
Un veterano rabino europeo ha advertido que, si el líder laborista del Reino Unido Jeremy Corbyn es elegido primer ministro, muchos judíos podrían huir del país.
El rabino Pinchas Goldschmidt, presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos, dijo a The Times:
“Si la comunidad judía siente que solo pueden sentirse seguros y snetir que su futuro está asegurado si un partido está en el gobierno, y el otro los hará sentir menos seguros, es un problema y pone a la comunidad judía en una nueva situación en la que, antes de cada elección, todo debe ser cuestionado“.
Dijo que si la líder del Frente Nacional de extrema derecha de Francia se convirtiera en la líder de Francia, “miles de judíos” probablemente decidieran abandonar el país.
“No quiero hacer un paralelismo entre el laborismo británico y el Frente nacional francés, pero si los judíos sienten que hay un cierto partido por el que se sienten muy preocupados, que no respeta su presencia dentro de Gran Bretaña y no busca su seguridad y su futuro, entonces podrías tener algo muy similar“.
Corbyn ha sido acusado de no hacer lo suficiente para lidiar con lo que se considera un grave problema de antisemitismo en su partido. Él mismo se ha enfrentado a preguntas sobre sus propios vínculos con conocidos antisemitas, comentarios pasados sobre Israel y asociaciones con figuras vehementemente antiisraelíes.
Y esta semana se enfrentó a duras críticas de algunos de sus propios legisladores por asistir a un evento de Pesaj organizado por un grupo de extrema izquierda judío que rechazó las acusaciones de antisemitismo en el laborismo como “falso ultraje” y pidió “quitarse de encima a Israel“
Goldschmidt dijo que no sabía si Corbyn había cruzado la “línea roja” del antisemitismo, “pero de hecho, al unirse a estos grupos y al no hacer lo suficiente en términos de luchar contra esos bolsas antisemitas dentro de su partido, está destinado a cruzar esta línea roja“.
Mientras tanto, el novelista judío británico Howard Jacobson escribió en un artículo de opinión, publicado en The Guardian el sábado, que cada vez siente que vive “a la sombra de un enemigo invisible“. Aunque enfatizó que Gran Bretaña sigue siendo “un buen país para ser judío”, notaba un “creciente odio virulento hacia Israel”, una empresa a la que solo estoy tenuemente conectado, pero conectado de todos modos.
“La atmósfera de la que hablo es de un tipo al que ningún grupo debe someterse”, escribió. “Se manifiesta en el abuso habitual en las redes sociales, el ahogar cualquier discurso considerado disonante en las universidades, los consejos locales y cámaras de debate, ese desprecio de ojos fríos del que Jeremy Corbyn es maestro, y la suposición no disimulada, dentro de la política izquierdista, de que cuando un judío se queja de antisemitismo, está mintiendo. La mayoría de los judíos saben qué es antisemitismo y qué no lo es“.
Jacobson agregó: “No puedo hablar por todos los judíos, pero una profunda depresión se apoderó de los que conozco“.
The Guardian informó el viernes que los partidarios de Corbyn a principios de marzo trataron de bloquear las medidas disciplinarias contra los miembros del Partido Laborista que enfrentaban quejas sobre el antisemitismo.
Las actas de un panel del Comité Ejecutivo Nacional presidido por Christine Shawcroft -ella misma obligada a renunciar por su defensa de un negacionista del Holocausto– mostraron que los aliados de Corbyn intentaron minimizar las consecuencias para un miembro que se enfrentó con otro miembro por antisemitismo en el partido, y quien luego culpó a los “sionistas” por sus problemas.
En otro caso, los partidarios del líder del partido intentaron defender a una mujer acusada de hacer comentarios antisemitas en las redes sociales.
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