IMPORTANTE: toma nota, mañana ya NO hablaré de esto.

Me llaman agresivo

La frase exacta ha sido: «Está bien lo que cuenta pero es demasiado agresivo.»

Demasiado.

Vamos a ver. Cómo te digo esto sin sonar agresivo…

Si crees que soy agresivo eres un hombre mágico, del país feliz, de la casa de gominola, de la calle de la piruleta.

Pum.

Ah, por cierto, pretendía se sarcástico.

Pum.

Un día te voy a presentar a gente agresiva. Te vas a venir conmigo y vas a conocer el significado de la palabra agresividad.

Y si eres un hombre mágico vas a llorar muy fuerte.

Te hablaré del director de compras de una multinacional que antes de contratar a un proveedor siempre dice: «Si no trabajas con nosotros te vas a arrepentir toda la vida, si trabajas con nosotros te vas a arrepentir toda la vida.»

Al tipo con el que tuve una reunión de 4 horas para negociar la subida de un punto porcentual en una comisión.

A empresarios con detectives privados a sueldo para tener una contrapartida con la que negociar.

Al vendedor que cuando le llama un no-decisor le dice: «No me engañes, no puedes decidir, dile a tu jefe que venga.»

Al fondo de inversión que, tras horas de negociaciones para comprar una empresa, ofreció una valoración un tercio por debajo de su precio y dijo: «Nos vamos al aeropuerto. Tenéis una hora para aceptar porque en el momento que subamos al avión la oferta desaparece.» Llamar los emprendedores a los 50 minutos y que los tipos subieran a los 30 segundos.

Pactar la compra de una empresa por 300 millones y el día de verse en persona decir: «Te voy a pagar 270.» Y cerrar el trato.

Y si nada de eso es suficiente te hablaré de Mike Glover, el ex-francotirador estadounidense en Afghanistan que dice tener síndrome postraumático no por los cientos de muertos vistos y las decenas ocasionadas, sino por la pena que le da saber que no volverá a vivir aquello.

Esa gente es agresiva, tiburones.

Yo soy una sardinilla.

Querido copito de nieve, estás tan acostumbrado a vivir en una pecera que confudes a las sardinillas con pirañas, a las pirañas con tiburones y a los tiburones con el éxito.

Y si piensas que yo soy agresivo tienes un problema técnicamente conocido como lacrimal hipertrófico, o como se le conoce en la calle, eres un llorón.

Email diario donde cada día envío un consejo de ventas. No apto para llorones.
Te arrepentirás si no te apuntas.

Y si te apuntas también.

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