Imposible neutralidad del Rey

El presidente de la Generalitat, que quizás no debiera serlo por no haber jurado o prometido lealtad a la Constitución, como es preceptivo, considera que Felipe VI no ha mantenido “la neutralidad que habría sido deseable” ante los independentistas catalanes.

Rechaza que actúe a favor de la unidad e igualdad constitucional de los españoles, cuando algunos políticos de una parte del territorio, en este momento minoritarios, han decidido separar ese territorio y a todos sus habitantes del resto del país.

Cualquier nación con una larga historia como España posee una estructura como la del cuerpo humano, formado por cabeza, tronco y extremidades,

Brazos y piernas son autónomas, por ejemplo, pero no pueden irse cada una por un lado, porque están unidas al tronco, que contiene órganos vitales y sostiene la cabeza.

Lo que podría ser el centro de su sistema nervioso o el corazón sería el Jefe del Estado, presidente de república en unos casos, en este un rey, cuya misión es mantener el equilibrio, la relación entre las partes y evitar autoamputaciones.

En una entrevista este fin de semana Carles Puigdemont se muestra disgustado por la supuesta ausencia de neutralidad del actual Jefe del Estado, lo que señala su desconocimiento de la Constitución, esencia del país llamado España, por la que ostenta su supuesto poder.

Dice la Ley fundamental, Artículo 56.1 que “El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes”.

Símbolo de la unidad y permanencia del Estado: eso es el Rey.

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EL PELIGROSO PABLO MANUEL IGLESIAS TURRIÓN.

Cuidado con este personaje, su machismo y su llamada a las armas. Se inspira en José Antonio Primo de Rivera, el fundador de la Falange, como dice Sáenz de Inestrillas, aunque finalmente es una mezcla de este con Perón, Chávez y Maduro. Sólo le falta el yugo y las flechas en las camisas negras que viste para ver al Rey, el correaje y la pistola. El socialismo del Siglo XXI es hijo de la Falange con toques de Lenin.  

Pablo Iglesias Masculinidad, cocteles molotov y caza de fachas .

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SALAS