El pasado lunes 30 tuvimos el placer de ser invitados a las oficinas de Koch Media en nuestro país, para probar un par de los próximos lanzamientos que están preparando para los meses que vienen. Entre ellos estaba este Berserk and the Band of the Hawk, el nuevo juego que Omega Force esta desarrollando basado en la licencia del popular manga y anime Berserk, de Kentarou Miura. Un título, que desde que fue anunciado allá por el E3 del año pasado, habíamos tenido la oportunidad de verlo en numerosos vídeos, pero no de probarlo. Hasta ahora.
Durante el tiempo que pudimos probarlo, la primera idea que se nos vino a la cabeza mientras estábamos en plena partida fue estar jugando a un nuevo juego de la saga Dynasty Warriors, pero con mucha sangre y gore. Y no lo decimos de manera despectiva, o queriendo hacer de menos a este Berserk and the Band of the Hawk, puesto que es exactamente el objetivo que parece proponerse el juego. Así pues estamos ante un hack & slash del subgénero musou, o lo que es lo mismo, nosotros contra cientos de enemigos a la vez. Por supuesto estos enemigos son mucho más débiles que nosotros, de ahí que sea un reto equilibrado. De todas formas, en los primeros compases del juego, que es lo que pudimos jugar, la soldadesca enemiga, sea humana o monstruosa, apenas hace nada, de ahí que no tuviésemos ningún problema para superar cada misión. Los únicos que nos ofrecieron algo más de reto son los jefes finales, personajes especiales de la historia con más vida, resistencia y habilidades, aparte de mucho más activos en combate, que si nos fuerzan a realizar esquivas, bloqueos, contragolpes, etc.
Salvo en estas ocasiones, el resto del tiempo lo dedicamos a movernos por el campo de batalla a golpe de espadazo y sin mostrar clemencia a nuestros enemigos. En ésta porción inicial del juego comprobamos que el sistema de combate está dividido en tres tipos de <<estados>>, el normal, con ataques fuertes, ataques normales, esquivas y bloqueos, el Frenzy Mode y el Death Blow. El primero no merece explicación ya que es la situación automática del personaje. Aquí, cuantos más enemigos golpeamos, más sube nuestro medidor de combo y más rápido se llena la barra de Frenzy Mode. Con ella completa, podemos activar el citado Frenzy Mode, que sumerge a nuestro personaje en una especie de ira violenta que aumenta su poder y resistencia, aparte de que a partir de ese momento nuestros golpes pasan a mutilar a los rivales. Esto dura un tiempo limitado, pero en ese tiempo, cada enemigo que matamos nos proporciona Lost Souls, que sirven para llenar nuestro medidor de Death Blow. Cuando este completo, y siempre y cuando estemos en Frenzy Mode, podemos activar el Death Blow. Realmente no es un estado, sino un ataque especial que mata a todos los enemigos a nuestro alrededor de un solo golpe, salvo a los ya mencionados jefes, a los que “tan solo” les causa una cantidad de daño masivo.
En cualquier caso, esto que quizá escrito parece un poco complejo, es en realidad muy sencillo y fácil de comprender. Es más, como ya sucede con la saga Dynasty Warriors, es muy posible que se vuelva muy repetitivo en muy poco tiempo. Nos resultó en exceso sencillo el limitarnos a machacar botones como si no hubiese un mañana y superar cada fase sin apenas pensar en estrategia alguna. A no ser que a medida que avance el juego, se añada algo más de complejidad, bien sea al sistema, bien a la inteligencia artificial de los enemigos, mucho nos tememos que Berserk and the Band of the Hawk no tardará en hacérsenos repetitivo en los combates.
Sí pudimos comprobar en nuestra partida, que el juego pone de su parte para combatir ese posible defecto, y mantenernos con el mando en las manos. Empezando por la posibilidad de que nuestros personajes suban de nivel, lo que les hace mejorar y acceder a nuevos movimientos y combinaciones de ataques más largas. También al completar misiones vimos que se consiguen objetos y otros items con los que equipar a nuestro personaje en cada misión y obtener mejoras. Además, en el modo historia, que es lo que pudimos jugar, las misiones tienen objetivos especiales que cumplir, totalmente opcionales, que desbloquean contenido adicional.
En lo visual, dentro de lo que pudimos ver, el juego parece que rendirá a un gran nivel, con un estilo cel-shaded que imita en cierta medida el arte de la obra en la que se basa, pero no lo bastante como para similar ser un dibujo animado. Algo positivo, dada la visceralidad en los combates en los que participamos, y además con un buen rendimiento pese a las legiones de enemigos en pantalla y los muchos efectos que se sucedían en la misma. Todo esto, claro, en la versión para PlayStation 4, que es la que pudimos ver.
El juego, en definitiva, parece tener una presentación visual muy correcta. En especial en el modo historia, dónde las batalla y misiones se intercalan con escenas de vídeo anime directamente extraídas de la serie. Unos vídeos pues con una excelente calidad. No obstante también hay otras realizadas con el motor del juego, que también lucen muy bien. Todas estas escenas estaban centradas en el arco argumental conocido como Golden Age, que es el que reproduce el juego, y que nos narra los orígenes como pudimos ver de Guts, el protagonista, y la Banda del Halcón.
Y hasta aquí llegan nuestras impresiones jugables de Berserk and the Band of the Hawk. Un juego del que nos ha gustado lo que hemos podido probar. Nos ha dejado buenas sensaciones, y no dudamos que será un título destacable, especialmente dirigido a los fans de la licenca, o de la franquicia Warriors. No obstante, también nos ha parecido que, al igual que muchos de los juegos de la ya mencionada saga, corre el riesgo de convertirse en un machaca botones algo repetitivo. Saldremos de dudas y podremos catar la versión final el 24 de febrero, cuando el juego se ponga a la venta para PlayStation 4, PlayStation Vita y otras plataformas.