Cuando hace ya la friolera de 30 años, la pequeña desarrolladora nipona Success se decidió a lanzar Cotton para máquinas arcade, estamos seguros que poco podían imaginarse de la relevancia que su cute'em up iba a conseguir en años venideros. No es que la saga de la brujita sobre escoba haya conseguido las cotas de todo un Gradius o un R-Type, pero siempre se mantuvo fiel en el corazón de los amantes de los matamarcianos.
Y hete aquí, que hace unos meses BEEP, la conocida cadena japonesa de cachivaches, informática y videojuegos, anunciaría la venida de una suerte de remake del juego original para X68000, aquel magnífico ordenador de Sharp de los 90 que hubiera sido un rival fantástico en el mercado occidental al coincidir con el Amiga. El juego de ordenador, fue a su vez una conversión de la máquina recreativa original, que aprovechó el auge de los matamarcianos a la estela de los maravillosos TwinBee o Parodius de Konami, pero —afortunadamente— con su propia personalidad y mecánicas jugables.
Cotton Reboot! se presenta, por tanto, como una suerte de remake del original para X68000, aunque sin olvidar inckuir una deliciosa versión pixelada réplica del original para el ordenador de Sharp, y algunos extras y opciones que lo harán más apetecible, si cabe, a los amantes del género. Gracias a ININ Games, el juego por fin ha llegado a Switch y PlayStation 4 hace unos días (lo hará también para ordenadores), y tras haberlo disfrutado un tiempo, no tenemos más que reconocer su buen hacer, su magnífica presentación y la puesta al día de un juego que en esencia es bastante convencional para lo que mandan los cánones.
En la piel de la brujita Nata de Cotton, y acompañada de su inseparable escoba voladora y el hada Silk (que pude replicarse varias veces al modo de los optiones de Gradius), nos encaminaremos a la difícil misión de conseguir el mega Willow, una especie de caramelo dulce que vuelve loca a Cotton, y que piensa que obtendrá si recupera 6 de estos pequeño caramelos. Una misión que se antoja en un principio bastante infantil y olvidable, pero que al poco nos meterá de lleno en un mundo de fantasía, muy original y repleto de toques que se alejan bastante de lo que podríamos esperar con su aniñada estética anime.
Y es que si por algo destaca Cotton Reboot! desde un principio, es por su cuidada presentación y por haber respetado el material original al extremo. Tanto si escogéis jugar con la versión réplica del X68000, con sus píxeles y su paleta noventera, además de esa banda sonora FM tan característica, como si optáis por la versión remozada y actualizada con gráficos en alta resolución —sin obviar el desarrollo 2D—, os encontraréis con un magnífico juego que cuenta con sutiles cambios en su jugabilidad y que, en el caso de la versión nueva, además se vuelve una fiesta de disparos y estategia para obtener altas puntuaciones que rozan el bullethell, pero que no lo llega a abarcar —para suerte de este sufrido redactor—.
El trabajo realizado por los diseñados ha sido exquisito en este sentido, y aunque la fiesta en pantalla puede volverse confusa y hasta llegar a jugaros una mala pasada evitando que veáis esa maldita bala enemiga que acaba con una de vuestras vidas, la verdad es que es un título que sabe recompensar al jugador que se sienta con su mando frente al televisor y entrena y prueba nuevas estrategias y técnicas para acabar con las oleadas de enemigos y jefes finales de manera cada vez más acertada. Los diferentes niveles de dificultad y los pequeños extras desbloqueables son alicientes para llegar al final, pero lo que de verdad os gustará es acabaros el juego con pocas continuaciones o, si sois unos fuera de serie, hacerlo con un "solo crédito". ¡Ah! ¡Benditas partidas en los recreativos...!
Así que no os equivoquéis: Cotton Reboot! es un título deliciosamente divertido, deudor de esos matamarcinaos de los 90 que tan bien funcionaron gracias a sus mecánicas suficientemente sencillas como para no agobiar al jugador medio (disparos, bombas, critales de colores para subir nuestro potencial...), en el que se premia vuestra habilidad a la escoba y los reflejos con el mando. En cierta forma, la modalidad "arrange" viene a actualizar el juego con la inclusión de algunos detalles que complican un tanto la jugabilidad y la hacen más atractiva para todos aquellos que quieran ver grabadas sus iniciales con letras de oro en la pantalla de récords, pero nada que termine por desquiciar a los menos habituales al género.
No sería justo terminar estas impresiones, sin mencionar el trato exquiisto a los gráficos y a la banda sonora remezclada, deudora de aquellas imperecederas pistas de audio que ya nos acompañaron en la conversión para PC-Engine CD en los 90, y que preferimos a los temas de síntesis originales en FM, que tampoco es que resultaran demasiado efectistas en su momento. Esto, junto al toque mágico del anime, las intros dobladas con pantallas semiestáticas y la jugabilidad directa y con buena respuesta a nuestro mando, cierran un círculo que quizás solo se vea lastrado en parte por su precio —también está disponible en físico—, habitual en las producciones de ININ. En cualquier caso, una apuesta segura que hará que recuperes el gusto por este género atemporal, o que sigas apretando los dientes con la plétora de lanzamientos de los últimos años. Fantástico.