Y es que esta extraña fusión de géneros aparentemente tan dispares, al final se muestran como la piedra angular sobre la que gira toda la mecánica del juego, y ojo, que la cosa funciona, aunque para ello antes tengas que quitarte de encima algunos prejuicios, liberar tu mente y convencerte de que no estás frente a un matamarcianos tradicional en el sentido estricto de la palabra. Dimension Drive es otra cosa, pero también es muy divertida, fascinante, y en cierto modo, desafiante.
La historia se nos cuenta a partir de estas ilustraciones tipo comic
¡Que vienen los malos!
Para empezar, la curiosa mecánica que nos proponen desde 2Awesome Studio nos obliga a estar pendientes de una pantalla dividida en dos zonas: izquierda y derecha. Esto nos recuerda mucho a aquellos tiempos en los que el furor de las partidas multijugador tenían lugar en la misma habitación entre dos o cuatro jugadores, solo que en esta ocasión la pantalla es para ti solito, y tendrás que hacer un poco de camaleón si quieres sobrevivir en este universo fragmentado. Y nos explicamos.
A la izquierda tu nave. A la derecha tu sosias interdimensional
En Dimension Drive controlaremos una nave llamada Manticore, cuya habilidad principal será la de cambiar de una dimensión paralela a otra (las dos zonas de la pantalla, en definitiva). Esta habilidad será necesaria para llegar al final de los niveles, ya sea, por ejemplo, porque en una de las dimensiones hay obstáculos que nos impiden pasar y tengamos que pasar a la otra dimensión, o ya sea por que tengamos que activar determinados pulsadores para abrir compuertas. Cuando nos encontramos en una dimensión, al disparar nuestra energía se agotará, así que en cierto modo será frecuente que cambiemos de un lado a otro de la pantalla para llenar de nuevo la barra si queremos seguir eliminando bichos espaciales. Podremos recuperarla viajando en la otra dimensión, o recogiendo algunos items verdes que sueltan los enemigos al fulminarlos, pero por lo general cambiar de plano se hace necesario.
En cualquiera de las dos dimensiones está la cosa muy malita...
El cambio de dimensión se hace simplemente pulsando un botón (que por cierto, ¡nos encantaría asociar a otro botón al que viene por defecto!), así que en realidad la dificultad radica en que tendréis que estar pendientes de lo que ocurre en las dos pantallas al mismo tiempo, de ahí es habilidad camaleónica que poco a poco iréis adquiriendo. ¿Recordáis las Game & Watch de pantalla dual de Nintendo? Pues Dimension Drive se parece, aunque es más bestia, mucho más bestia. Cuando nos encontramos en una de las dimensiones veremos y controlaremos nuestra nave, y justo en la dimensión contraria un pequeño punto púrpura nos indicará donde 'caeremos' si en ese momento saltamos de dimensión. No será una, ni dos, ni tres las veces que saltaréis directamente sobre algún obstáculo del escenario perdiendo escudos, o bien os traguéis de lleno algún disparo láser, sobre todo en el caso de los jefes finales, diseñados al milímetro para aprovechar esta dualidad sobre la que se asiente la jugabilidad.
Los jefes son un buen ejemplo del uso que se le da al poder de teletransporte de nuestra nave
Puede resultar desconcertante, incluso frustrante, pero con algo de práctica, y tras media hora de partida os iréis haciendo con el sistema. Además, la repetición del nivel os abrirá los ojos ante nuevas estrategias, mejores caminos para recorrer los niveles, oportunidades perdidas... en fin, todo lo que un puzle o un shooter pausado solía ofrecer. El sistema de escudos de nuestra nave, los checkpoints repartidos por los escenarios, y la posibilidad de intentar el nivel todas las veces que queramos, palían la que es en cualquier caso una alta dificultad si tuviéramos que pasarnos el juego a lo bruto. Eso sí, contaremos con un modo de juego 'fácil' que nos pondrá las cosas más sencillas, pero nosotros somos tipos de pelo en pecho que hemos crecido en los 90 pasándonos el Contra sin pestañear, ¿no? Así que mejor empezar por el modo de juego difícil, y luego ya si somos un poco maniacos, elegir entre «extremo» o «locura», en el que contaremos con una sola vida y volveremos al inicio del juego cuando la perdamos. ¡Glup!
¿Ves el cubo de datos ahí a la izquierda? ¡Pues cógelo!
Sea como fuere, además de la elección del nivel de dificultad, Dimension Drive para Switch también nos ofrece la posibilidad de compartir partida con otro jugador (cada uno con un joycon, por ejemplo, ocupándose de una zona de la pantalla). Es divertido y original, pero requiere de buena compenetración y concentración extra, al no depender de nuestros movimientos, si no más bien de lo que va a hacer nuestro compi de fatigas. El juego no es muy largo, pero también es cierto que al terminarlo podremos disfrutar de más niveles en una especie de modo espejo, siempre quedará la posibilidad de que nos convirtamos en unos completistas de pro y arañemos hasta el último de esa especie de cubos que los diseñadores han ubicado en los sitios más complicados de los niveles. ¡Qué mala idea, oigan!
Diferentes formas de jugar con Dimension Drive
Estos cubos además de hacer que nos sintamos mucho mejor con nosotros mismos y nuestra habilidad con los mandos, también nos abrirán las puertas a mejoras para nuestra nave, toda vez adquiriremos también otras características con las que equipar el Manticore, como es el Reverse Drive, que gira 180º la nave, permite que el scroll vaya algo más lento y podamos disparar hacia atrás, algo parecido a lo que ocurría en Xenon 2, por poner un ejemplo clásico. Son cambios necesarios para que nuestro discurrir a través de los niveles sea siempre lo suficientemente interesante. Estos niveles, además, contienen suficientes trampas y puzles como para que el «a ver que viene ahora» se mantenga prácticamente hasta el final. Buen ejercicio de imaginación.
Algunos niveles nos proponen una situación extra de presión, como esta especie
de tormenta eléctrica que nos persigue
Gráficamente Dimension Drive no desentona, y cuenta con unos gráficos en alta resolución poligonales (aunque la vista superior los camufla en cierto modo, dando la sensación de que todo es 2D). El movimiento es fluido, y algunos efectos de luces y partículas le dan algo de variedad al conjunto. Los jefes finales, sin ser muy destacables, están bien realizados y son variados. La interfaz podría ser un poco más atractiva, pues peca en ciertos menús de sobria e impersonal. Como dijimos un poco más arriba: echamos en falta la posibilidad de poder redefinir nuestros botones del mando. En cuanto a la banda sonora resulta adecuada, a caballo entre los sonidos chiptunes y los ritmos más contemporáneos. el único 'pero' se lo pondríamos a que no hay un cambio musical entre el tema que nos acompaña durante el nivel y el que lo hace en nuestros enfrentamientos contra los jefes finales.
No es un bullet-hell, aunque a veces lo pueda aparentar en pantallas estáticas
Dimension Drive es un título divertido y desafiante, con cierta originalidad y bien realizado. Es perfecto para la horquilla en la que se mueve entre sus valores de producción y su precio (unos 13 €). Ofrece horas de disparos, una historia interesante, diferentes niveles de dificultad, fases extra y posibilidad de compartir partida en local. Podría ser algo más largo y limar algunas asperezas jugables, pero en general cumple muy bien con su cometido y esconde un sistema de puntuación complejo para los amantes del hi-score. Desde luego, ¡un recomendable por nuestra parte!
Más info en la web oficial de Dimension Drive
Página de Nintendo del juego