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Impresiones con Gleylancer, poderoso matamarcianos de vieja escuela en tu consola moderna

Publicado el 03 noviembre 2021 por Retromaniac @RetromaniacMag
Impresiones con Gleylancer, poderoso matamarcianos de vieja escuela en tu consola moderna
Hubo un tiempo en que los matamarcianos más clásicos eran los reyes del mambo. Óperas espaciales trufadas de oleadas de enemigos obcecados en que mordiéramos el polvo una y otra vez, salpicados de superavits técnicos que muchas veces sirven para demostrar las capacidades de los soportes sobre los que corrían dichos juegos. Gleylancer para Mega Drive es uno de esos títulos de los 90 que se quedaron en origen en Japón y que con el tiempo ha traspado la frontera de los amantes al culto sumpero. Su puesta al día nos pone de enhorabuena, pero aún así no sabemos si será suficiente para encandilarnos...

 

Con la cantidad de títulos que aparecen día sí y día también del género en los sistemas actuales, ya sean remakes de viejos títulos, nuevos juegos pasados por el filtro del pixelado, o continuaciones de sagas venerables puestas al día, es extraño que no pasen desapercibidos títulos como este Gleylancer, un cartucho en origen para la todopderosa Mega Drive japonesa, que con el tiempo se convirtió en objeto de deseo de los coleccionistas, pero que en sus años mozos tampoco es que alcanzara la fama del clásico por excelencia.

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El primer nivel servirá como toma de contacto con los controles


 

Diseñado por los siempre resultones Masaya, capaces de productos surrealistas como la serie Chō Aniki, maravillas técnicas como Gynoug —anunciado precisamente hoy también— , la conocida serie Langrisser, y, uno de mis preferidos de la histriónica división de NCS, Cybernator, la excelente entrega para Super Nintendo de la serie de mechas gigantes Assault Suits Valekn. Pero no nos vayamos por las ramas.  Gleylancer es un shooter horizontal de corte más o menos clásico que está por encima de la media, y que gracias a Shinyuden —un grupo de origen español afincado en Tokyo que se dedica a la publicación, loclaización, etc.—, Ratalaika y Extreme, llega con ciertos aires remozados a consolas de nuevo cuño.

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Las cinemáticas han sido traducidas al inglés


 

En un futuro permanente en guerra, nos enfundaremos en nuestro traje de piloto espacial y «tomaremos prestado» el mejor caza disponible para liberar a nuestro padre secuestrado por los malditos alienígenas. Por delante nos esperan 11 largos niveles repletos de obstáculos, hordas de enemigos y los sempiternos jefes final de fase. La tarea no es nada sencilla, pero al menos contamos con nuestra pericia a los mandos de la nave, y su particular armamento, organizado alrededor de una especie de orbes que podemos controlar casi a nuestro antojo, y un selector de velocidad que nos irá muy bien para aquellos momentos más caóticos o en los que necesitemos un arreón.

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Será crucial saber qué arma nos viene bien para según qué momento


 

Concebido como un juego clásico, inspirado en títulos arcade de la época pero con su propia impronta y personalidad, las novedades de esta versión emulada —utiliza el versátil KGen de Steve Snake modificado—, radican en unos más que bienvenidos filtros y shaders para imitar el aspecto de los CRT que dan un paso más allá de la rácana propuesta que suele incluir, por ejemplo, M2 en sus productos. Aquí, podremos tocar muchos valores, como la curvatura de la pantalla, el tipo de scanlines, el brillo, la luminosidad trasera, etc. Además, contaremos con textos traducidos para cuando se intercalan las atractivas cinemáticas de estilo manga, trucos, savestates... y, lo más interesante, posibilidad de manejar con el segundo joystick a nuestros orbes para que disparen exactamente en la dirección que queremos.

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Desde este menú podremos configurar a nuestro gusto el aspecto del juego


 

Ciertamente, utilizando esta opción, Gleylancer se convierte en un título mucho más sencillo de jugar, y quizás solo lo recomendaría si no andamos bien de tiempo ni paciencia para ir conociendo todos los niveles y memorizando los tramos más «chungos». Usando esta opción también resta importancia al tipo de movimiento que escogamos de nuestros orbes: automático, oscilante, para adelante y detrás... Lo cierto es que se siente como un título más moderno y divertido, y no deja de ser una inclusión muy interesante que modifica el código del original a través del emulador. Muy interesante. Para los más puristas, también podremos optar por jugar a la ROM original, con todo lo que ello conlleva, sobre todo por que su desarrollo puede hacerse pesado...

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La historia no es muy importante, pero le da contexto al juego


 

Y es que los 11 niveles del juego terminan por lastrar su diseño y originalidad. Si bien algunas fases son más interesantes, gracias a los escenarios laberínticos, cambios en el fondo, u oleadas de enemigos más inspiradas, la mayoría de los decorados son algo anodinos que solo sirven para mostrar las cualidades técnicas del Motorola 68000 a la hora de plantar scroll parallax, efectos de distorsión o cambios de paleta. Sin llegar a ser una burrada técnica como Thunder Force IV, quizás el techo en este sentido en la consola de SEGA, la verdad es que Gleylancer sienta precedente para el posterior esfuerzo de Masaya que se redondeó en Gynoug.

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La mayoría de los jefes son bastante genéricos


 

La banda sonora es espectacular, y los diseños también son bastante atractivos, con esa mezcla tecnológica y orgánica que roza el mal gusto y que podría casi llegar a ser marca de la casa en el seno de Masaya. Quizás algunos colores más apagados de lo necesario puedan bajar un poco el nivel, y la falta de inspiración en algunos enemigos y situaciones pongan de relieve que pasar de los 7-8 niveles en un shooter de la época es poco menos que una temeridad por la excesiva repetición de situaciones. Aún así, es disfrutable, pero no un top de la consola ni del género como algunos usuarios han tratado de recalcar.

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El selector de velocidad de nuestra nave es importantísimo


 

La suerte que tenemos es de disfrutar de un juego que se convirtió hace unos años en carne de cañón del coleccionismo, alcanzado cifras escandalosas solo al alcance de pudientes sin miramientos. Ni siquiera la reedición de Columbus Circle en cartucho hace no mucho ha servido para enfriar un poco el mercado, así que siempre está bien recibir lanzamientos cuidados como este, que no se quedan solo en la mera emulación del original, sino que van un poco más allá proponiendo toques jugables para que nuevos usuarios puedan disfrutar del juego sin tantos miramientos. Gleylancer está disponible en Switch, PS5, PS4 y Xbox, por unos 6 €, un precio más que atractivo.

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Los últimos niveles ponen las cosas algo más difíciles


Más info en la web oficial


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