Estudio Ábrego nos presenta un juego que podría calificarse de juego de rol al estilo japonés (JRPG) pero con sus peculiaridades. En cuanto al argumento, la historia nos sitúa en Feros, un continente que sirve de escenario para una cruenta guerra entre el norte y el sur. Nada más comenzar conoceremos a Galina, que es el personaje jugable que comenzaremos encarnando, y a Berani, un guardián que hace las veces de compañero y parte con nosotros en nuestra primera misión tras ser nombrados agentes de Shinn. Debemos investigar los misteriosos movimientos del enemigo para evitar que utilicen un arma que podría decantar la guerra a su favor. Como pista, tan solo tenemos varios rumores y la intuición de Berani.
Con esto ya podemos sospechar que no podemos crear nuestros propios personajes personalizados, sino que nos encontramos ante una historia lineal y preconcebida. A los dos personajes mencionados, no tardará mucho en unirse un tercer y misterioso compañero circunstancial, Stalos, al que no tardaremos mucho en encontrarnos y unirnos por la necesidad y estando la relación inicial sembrada por la desconfianza. Pero no siempre estaremos juntos, en ocasiones habrá que superar zonas en las que controlaremos a miembros del grupo por separado.
Jugablemente, si bien el juego bebe de los JRPGs, los chicos de Estudio Abrego también muestran sin tapujos su pasión por los juegos de tablero, de los que bebe mucho en la exploración, y el combate, donde utilizan un sistema que han bautizado como Motion Battle Chess, sobre el que nos pararemos más adelante.
Antes de nada, explicar que para movernos por el mapa, como se ha comentado, el desarrollo jugable nos sitúa en un juego de tablero en el que nos vamos moviendo por los casilleros. Es decir, tenemos la visión de los distintos caminos que podemos tomar, pulsamos la dirección en la cual queremos movernos y se resaltará la flecha de dicha dirección, aceptaremos, y avanzaremos hasta el siguiente punto donde se pueda tomar otra dirección o interactuar de alguna forma con el escenario u otro personaje. Todo el mapa de juego tiene la disposición de dicho juego de tablero, no nos moveremos con total libertad, aunque tampoco es un movimiento “casilla a casilla”. Esto, que al principio puede resultar curioso, llega a tener su importancia en la resolución de cierto tipo de puzles que nos limitan el número de movimientos que realizamos.
En determinados puntos veremos objetos que recoger, gente con la que podemos interactuar y que, normalmente, tendrá un bocadillo de diálogo encima, excepto en casos como los tenderos que no lo poseen. También nos encontraremos puertas, mecanismos, hogueras donde guardar la partida, y enemigos que podremos intentar esquivar o enfrentarnos a ellos directamente.
Cuando entremos en contacto con el avatar de un enemigo, y como viene siendo habitual en ciertos juegos del género, pasaremos a una pantalla de combate donde veremos que dicho enemigo solo era una representación de lo que nos íbamos a encontrar en dicha pantalla de combate en la que puede haber más de uno e incluso enemigos de distintos tipos.
Combates originales
El combate se llevará a cabo por el mencionado Motion Battle Chess que fusiona las casillas con combates en tiempo real dando como resultado una curiosa mezcla que, al principio, puede chocar, pero que se domina rápidamente. En dichos combates nosotros controlaremos directamente
Hablando del personaje que controlamos, este puede cambiarse en cualquier momento así como podemos equipar elixires, habilidades, equipo, cargar una partida anteriormente guardada, y demás a través de los menús contextuales durante el juego. Especialmente útil la opción de diario por si nos despistamos y no recordamos en qué punto de la historia nos encontramos y a donde debemos dirigirnos.
Gráficamente nos encontramos con un juego sencillo y agradable, bastante vistoso y colorido, con unos requisitos mínimos y recomendados bastante bajos, lo cual es de agradecer puesto que es un juego perfectamente disfrutable en los portátiles más modestos al pedir tan solo un i3 a 2ghzs con 4Gb de RAM. Y realmente tampoco hay apenas diferencia entre la configuración gráfica más baja y la más alta pues las opciones que podemos variar tan solo afectan al suavizado de bordes y las sombras, resolución a parte.
La cámara es fija y nos presenta ante una perspectiva isométrica, con lo cual no podremos girarla ni rotarla para situarla según nos convenga. Para los momentos en que el personaje o una flecha de dirección quedase oculta por parte del escenario, estos se presentan como una sobra que atraviesa dichos objetos para que no los perdamos de vista.
El estilo artístico es bastante limpio y con numerosos efectos de agua, fuego, luces y sombras, para dinamizar las escenas. Las texturas del escenario combinan algunas más sencillas con otras bastante detalladas y los personajes, si bien son sencillos en cuanto a su modelado, son lo suficientemente expresivos en sus animaciones corporales, ayudados por bocadillos con símbolos en los momentos que se requieren. En definitiva un estilo artístico que no por sencillo deja de ser destacable.
El sonido, por otro lado, brilla totalmente. A los correctos FX hay que sumar una banda sonora realizada con mucho mimo, que casa perfectamente en cada momento y que vale la pena tener para poder escuchar a poco que nos gusten este tipo de bandas sonoras. Afortunadamente en Estudio Abrego, conscientes de ello, nos dan la opción de adquirir en Steam, en pack con el juego, tanto la banda sonora como un libro de arte o todo junto.
En conclusión, Noahmund, uno de los juegos que llamaba la atención por su estand en Gamepolis, y ganador de varios galardones, se confirma como una buena apuesta para los amantes del género. A un precio muy interesante, nos proporcionará horas de diversión con un sistema propio al que pronto le cogeremos la medida y una historia que, si bien cumple con los tópicos del género y se nos hará predecible en varios momentos, está bien llevada.
Por: Juanma
Página en Steam del juego
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