Revista Tecnología
Impresiones con So Many Me. Plataformas y puzles con aires a lo 'Lost Vikings'
Publicado el 14 agosto 2014 por Retromaniac @RetromaniacMag
La nueva creación de Extend Studio engaña. Mucho. No quiero decir con esto que los desarrolladores, cuya oficina se sitúa en Tailandia, nos estén vendiendo algo que no es. Ellos venden el producto como una novedosa y adictiva vuelta de tuerca al género de las plataformas y los puzzles. Y estoy bastante de acuerdo con esta apreciación, aunque bien podría matizar que el giro no es completo del todo, puesto que en su mecánica es fácil -y gratificante- encontrar referencias a todo un clásico como The Lost Vikings. Fíjense si ha llovido que Blizzard aún no era Blizzard, sino Silicon & Synapse.
Pero regreso de nuevo a la primera frase del presente texto; así, So Many Me nos da coba de la buena, más que nada porque rezuma extrema adorabilidad por todos los poros de su aspecto visual. Los protagonistas del juego son tiernas bolas verdes con ojos y patas que se mueven comandados por la bola original, Filo, a partir de la cual se crean todos sus doppelgängers clónicos. La verdosa banda se desplaza por bucólicos fondos que vomitan colorido, mientras que la música que suena nos acompaña relajadamente; todos quieren llegar al final de cada nivel de forma rápida y segura para reunirse en torno a una hoguera y cantar canciones. Tanta dulzura se verá rápidamente vilipendiada cuando comprobemos lo complicado que resulta avanzar en cada nivel, con una dificultad que, eso sí, va aumentando de forma gradual para que no nos duela tan de golpe.
El quid de la cuestión radica en vigilar los movimientos de nuestros hermanitos, los cuales seguirán al macho alfa de la manada de manera secuencial cuando se desplace y salte para esquivar los distintos obstáculos repartidos por el escenario. Como quiera que el simple salto no es suficiente para superar dichos peligros, iremos haciendo uso de las variopintas habilidades de transformación con las que cuentan nuestras criaturitas. La habilidad resultante de la metamorfosis dependerá del color del muñeco en cuestión, siendo posible disponer de pétreas plataformas de mirada inocente, cubos pegajosos en los que reunir a toda la tropa en volandas o globos aerostáticos capaces de cargar con el peso de todos los simpáticos clones. La verdadera dificultad se encierra en el estrecho margen de timing del cual dispondrá el jugador para activar la habilidad adecuada en el momento preciso, y más aún, para desactivarla, liberando al personaje en cuestión para que pueda volver a ser activada. Un proceso que se irá complicando, derivando en períodos de ensayo, error y palabras malsonantes. Por suerte, se ha implementado de manera que si nuestro avatar muere no tendremos que volver a comenzar todo el nivel, sino que el respawn será muy cerca de donde nos hemos quedado.
Con un diseño de niveles muy acertado, lo único que me parece mejorable concierne a los enfrentamientos con los monstruos final de fase. La idea resulta muy atrayente a priori: utilizar todas las técnicas que hemos ido aprendiendo durante el nivel para acabar con el Final Boss. Sin embargo, estas batallas no serán ni mucho menos sencillas, y cuentan con el hándicap de que se repetirán desde el principio si cometemos un sólo error, justo al contrario de lo que ocurre cuando fallamos en el resto de la fase. Este suceso puede dar un poco al traste con el interés que arrastra el resto del juego -en especial si nos matan repetidas veces-.
Salvando este escollo, So Many Me nos hará sonreír en numerosas ocasiones, desde el propio título del juego hasta los curiosos nombres que van mostrando los clones de Filo, los cuales, por cierto, tienen personalidades distintas, algo que demostrarán en los hilarantes diálogos que podremos leer durante toda la historia. Por otro lado, también lloraremos otras tantas veces, debido a la elevada exigencia que presentan los distintos retos repartidos por todo el juego. En cualquier caso, merece de sobra que le déis una oportunidad si os sentís con los dedos rápidos y la mente despejada. Pero cuidado. No os fiéis de ellos. No les miréis a esos ojos tan tiernos. Engañan.
So Many Me está disponible para ordenadores (Windows, Mac y Linux) en Steam. También disponible en OUYA.
Visita la web oficial para más info
Pero regreso de nuevo a la primera frase del presente texto; así, So Many Me nos da coba de la buena, más que nada porque rezuma extrema adorabilidad por todos los poros de su aspecto visual. Los protagonistas del juego son tiernas bolas verdes con ojos y patas que se mueven comandados por la bola original, Filo, a partir de la cual se crean todos sus doppelgängers clónicos. La verdosa banda se desplaza por bucólicos fondos que vomitan colorido, mientras que la música que suena nos acompaña relajadamente; todos quieren llegar al final de cada nivel de forma rápida y segura para reunirse en torno a una hoguera y cantar canciones. Tanta dulzura se verá rápidamente vilipendiada cuando comprobemos lo complicado que resulta avanzar en cada nivel, con una dificultad que, eso sí, va aumentando de forma gradual para que no nos duela tan de golpe.
El quid de la cuestión radica en vigilar los movimientos de nuestros hermanitos, los cuales seguirán al macho alfa de la manada de manera secuencial cuando se desplace y salte para esquivar los distintos obstáculos repartidos por el escenario. Como quiera que el simple salto no es suficiente para superar dichos peligros, iremos haciendo uso de las variopintas habilidades de transformación con las que cuentan nuestras criaturitas. La habilidad resultante de la metamorfosis dependerá del color del muñeco en cuestión, siendo posible disponer de pétreas plataformas de mirada inocente, cubos pegajosos en los que reunir a toda la tropa en volandas o globos aerostáticos capaces de cargar con el peso de todos los simpáticos clones. La verdadera dificultad se encierra en el estrecho margen de timing del cual dispondrá el jugador para activar la habilidad adecuada en el momento preciso, y más aún, para desactivarla, liberando al personaje en cuestión para que pueda volver a ser activada. Un proceso que se irá complicando, derivando en períodos de ensayo, error y palabras malsonantes. Por suerte, se ha implementado de manera que si nuestro avatar muere no tendremos que volver a comenzar todo el nivel, sino que el respawn será muy cerca de donde nos hemos quedado.
Con un diseño de niveles muy acertado, lo único que me parece mejorable concierne a los enfrentamientos con los monstruos final de fase. La idea resulta muy atrayente a priori: utilizar todas las técnicas que hemos ido aprendiendo durante el nivel para acabar con el Final Boss. Sin embargo, estas batallas no serán ni mucho menos sencillas, y cuentan con el hándicap de que se repetirán desde el principio si cometemos un sólo error, justo al contrario de lo que ocurre cuando fallamos en el resto de la fase. Este suceso puede dar un poco al traste con el interés que arrastra el resto del juego -en especial si nos matan repetidas veces-.
Salvando este escollo, So Many Me nos hará sonreír en numerosas ocasiones, desde el propio título del juego hasta los curiosos nombres que van mostrando los clones de Filo, los cuales, por cierto, tienen personalidades distintas, algo que demostrarán en los hilarantes diálogos que podremos leer durante toda la historia. Por otro lado, también lloraremos otras tantas veces, debido a la elevada exigencia que presentan los distintos retos repartidos por todo el juego. En cualquier caso, merece de sobra que le déis una oportunidad si os sentís con los dedos rápidos y la mente despejada. Pero cuidado. No os fiéis de ellos. No les miréis a esos ojos tan tiernos. Engañan.
So Many Me está disponible para ordenadores (Windows, Mac y Linux) en Steam. También disponible en OUYA.
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