Sin embargo, que su época de máximo esplendor fuera incluso anterior a la de los sistemas de 16 bits no quiere decir que no hayan dejado de salir nuevos títulos del género, y algunos realmente buenos.
En cada ala podemos tener alojada un arma diferente que iremos recogiendo de los enemigos caídos
Wolflame, el juego que nos ocupa hoy, no es un juego aislado sino que pertenece a una saga de títulos -cinco van por el momento, seis con este- denominada ASTRO SAGA de los nipones Astro Port. La historia de Wolflame es lo de menos, pero como la tiene la comentamos brevemente. Los alienígenas han invadido el planeta Sig Fildonia, pero en sus planes no contaban con “Siebold”, una corbeta experimental de clase Plinius, ni tampoco contigo. Así que tu misión será pilotar la Siebold luchando y destruyendo todo bicho alienígena que te salga por medio durante las diez fases que dura el juego en un desesperado intento de derrotar y expulsar al invasor.
Para ser un planeta alienígena la ciudad presenta un aspecto muy terrícola... ;)
El juego, como puedes ver por las imágenes, es un arcade de scroll vertical con un aspecto que recuerda a clásicos del estilo de 1942 y similares, aunque con sólo un tipo de nave donde elegir. Eso sí, podemos utilizar los distintos powerups que se desprenden de los enemigos para alojar una de hasta cuatro tipo de armas distintas en cada una de sus dos alas.
Cada fase, como no podía ser de otra manera, tiene un jefe final
Por supuesto, siguiendo el estilo clásico de este tipo de juegos, contaremos con varias vidas -dos de inicio- y una bombas que por un lado destrozarán todo lo que tengan delante y por el otro absorberán cualquier disparo que fuera dirigido a nosotros. Tal es así que, personalmente, las he encontrado mucho más útiles como arma defensiva frente a los enemigos finales de fin de fase que como arma ofensiva.
Aparte de los jefes finales, nos encontraremos también enemigos grandotes difíciles de vencer
En cualquier caso, el juego es lo que parece, un matamarcianos de scroll vertical. Con cuatro niveles de dificultad, Wolflame es sencillo en su primer nivel para ir complicándose en niveles posteriores, sobre todo si nos matan y perdemos nuestras avanzadas armas laterales.
Este arma es la más curiosa. Consiste en un rayo (hasta tres por ala, según nivel)
que tiene “imán” con los enemigos.
A nivel técnico, el juego luce como un arcade de finales de los 80, y de hecho me ha hecho ilusión ver hoy en día un juego que habría funcionado en un ordenador de hace quince años. A nivel sonoro lo más destacado son las explosiones y efectos de sonido, puesto que la música está como acompañamiento y la mayor parte del tiempo ni siquiera te das cuenta que está ahí. Si la hubieran quitado probablemente ni siquiera hubiéramos notado la diferencia.
El láser es posiblemente el arma más potente. Lo malo es que es intermitente…
La mecánica de Wolflame, lo más importante de este tipo de juegos, es bastante sólida. La nave responde bien a los controles -eso sí, mejor un pad que el teclado-, todo se mueve rápido y fluido pero sin llegar a perder la sensación de control. Sin embargo, hay un detalle que no me ha gustado mucho, y es que las explosiones son demasiado aparatosas -es lo más espectacular del juego- y si destruyes a varios enemigos cerca de tu posición no verás nada de lo que está pasando durante un par de segundos, sólo explosiones. En el primer nivel eso no es muy importante porque los enemigos son en general bastante pasivos, pero a medida que avanzas aumenta la agresividad de estos y no ver venir las disparos enemigos por culpa de las explosiones puede llegar a enfadar mucho.
A veces las explosiones no te dejan ver el juego….
Por lo demás, Wolflame es un matamarcianos que se deja jugar. No es el mejor del género, ni el más original ni el más divertido, pero si tienes un ordenador antiguo y ya tienes los clásicos más que machacados y quieres más este puede ser un muy buen candidato.
Más info en laweb oficial de Nyu Mediay en lapágina de Steam del juego