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Impresiones: 'Thor: Ragnarok'

Publicado el 29 octubre 2017 por Doctorindy
Impresiones: 'Thor: Ragnarok'
Sí, esa es básicamente mi reacción. Quiero decir, cuando empezó pensé "oh, por favor, no decaigas. Mantente así". Y lo consigue. Oh, Dios, lo consigue. Así que vamos a dejarnos de introducciones y a pasar a la mandanga. Oh, cuidado que van SPOILERS.
Thor nunca ha acabado de cuajar en estas películas, ¿verdad? siempre me ha caído bien, pero sus pelis previas se encuentran en la parte baja del ranking (funcionan la primera vez para lo más receptivos, pero a partir de ahí caen bastante en picado, sobretodo la segunda entrega), e incluso cuando ha conseguido brillar en momentos puntuales, como en La Era de Ultrón —punto de inflexión para el personaje y para Hemsworth, si me preguntáis—, la sensación imperante era de potencial desaprovechado. Y yo creo que Marvel lo sabía... pero no tenía claro cómo solucionarlo. Había algunas correcciones evidentes, como descartar por fin a la aburrida Jane Foster de Natalie Portman y a sus colegas, pero a partir de ahí... ¿qué? bueno, el plan era sin duda hacer algo mega épico que explorase, a parte del Ragnarok, la investigación de Thor sobre las Gemas del Infinito y el engaño de Loki para hacerse con el trono de Asgard. Pero en esto que llega un cachondo mental como Taika Waititi y dice que mira, que no. Que lo mejor es quemarlo todo y empezar de nuevo. Y así, tenemos un film cuyo argumento va literalmente de lo que está haciendo por la saga, dejar morir un pasado que de todas formas no funcionaba en absoluto y marcar un nuevo camino. 'Thor: Ragnarok' es otra forma de decir "Thor: Reinicio". No os diré que es "justo" negar a Thor la peli de fantasía épica que muchos fans soñaban, pero esto de coger los elementos más locos, coloridos y de space opera de los tebeos para sacar al personaje de su elemento y con ello convertirlo en algo más de lo que era... pues oye, por mí bien.
Waititi toma el control, y transmitiendo esa confianza de "lo estoy clavando" que transmitieron en sus primeras incursiones Whedon, los Russo o Gunn, no pierde tiempo en ponerse a trabajar. En los primeros 15 segundos despacha lo de las Gemas. En 10 minutos la trama de Loki se resuelve. Y justo a tiempo para el final del primer acto ya estamos metidos en carretera con la trama de "tengo que detener a la mala pero estoy en el culo del universo y sin mi martillo". Y no pisa el freno, eh. No se vuelve "normal" ni pone el piloto automático en ningún momento. Incluso cuando hay que parar por narices un segundo para explicar algo te suele meter un recurso chachi para engancharte. Como si tiene que ser una referencia loquísima a 'Un mundo de fantasía' ('Willy Wonka and the Chocolate Factory'). Porque mira, yo qué sé. De hecho, tiene tantísimas cosas que son una gozada y que me han mantenido feliz y/o alucinado que con un solo visionado no me he podido quedar con todo. Es un film petadísimo, siempre te está dando algo. Alguna idea, algún momentazo, alguna ida de olla, algún detalle visual maravilloso. Y si no, dosis constantes de comedia pura en base a los personajes. Pues no se trata de ponerles a soltar chascarrillos sin más para acabar cada frase, sino de aprovechar lo graciosas que pueden ser sus personalidades. Con eso, si se sabe, como es el caso, hay para llenar las dos horas. El caso es que la peli gusta, se gusta, tiene estilazo, garra, ganas. Lo dicho, actitud de "lo estoy clavando". Pero es que así es. Una comedia de acción, pura aventura molona que ha venido aquí a hacernos pasar un rato cojonudo. Vamos a ver, que convierten esto en el tema de "Thor petándolo", ¿vale?
Venga, hablemos de Thor, porque creo que la película lo convierte en su avatar, lo cual refuerza mi impresión de que el film usa cada elemento para explicar su propia existencia. Si no te sale el rollo épico, haz una gamberrada cósmica a ritmo de Led Zeppelin. Si como personaje, a estas alturas, no puedes tener la trascendencia moral del Capitán América ni la profundidad psicológica de Iron Man, ocupa entonces tu legítimo puesto como el guay, el aventurero, el héroe pulp del grupo. Porque con Thor pasa una cosa, y aquí me vais a permitir un parón para ponerme analítico: no se le pueden dar los fallos de carácter habituales en Marvel más allá de su origen, porque si fuese tan imperfecto como los demás no sería digno del martillo, y ser digno es un poco SU COSA, el arco que le definió. Así que estamos atascados con un personaje cuya gran característica le impide tener flaquezas lo bastante graves como para sacar juguillo dramático. O sea, sí, se le puede hacer indigno otra vez, pero es que ya hemos estado ahí no hace tanto. Sin embargo, perder el martillo por fuerza externa da más margen porque no estamos esperando a que lo recupere, nos permite seguir adelante. La cinta se lo quita para conseguir ponerle contra las cuerdas y proporcionarle un arco de "el poder que necesitas siempre ha estado dentro de ti" —momento en el cual reaparece Inmigrant Song y a mí casi me da un patatús—, pero sin prohibirle por ello petarlo en todo momento. De hecho se lee como la enésima oportunidad que aprovecha la cinta para pasar página. Thor ha cambiado mucho desde que lo conocimos, más por ajustes creativos que por evolución lógica, pero es un placer ver dónde ha acabado. Por fin, él es lo mejor de su película, como pretendía Waititi desde que le ficharon. Creo que yo he tenido más fe en Hemsworth que la mayoría, y me siento recompensado. Carga con la peli con una soltura y un carisma que es que, lo juro, cada vez que cortan a algo que no sea él pienso "jo". Han adaptado el personaje a sus capacidades y los resultados son espléndidos. Thor es graciosísimo, desencadenando el potencial que asomaba en su última aparición, pero nunca es tonto, ridículo o paródico. Al contrario, por mucho que, como todo en el film, se oriente sin reservas hacia la comedia, es listo, valiente, audaz, heroico, encantador y todas las cosas que uno espera de un héroe de la vieja escuela y del personaje de las viñetas. Con, eso sí, una falta de delicadeza social y una confianza en sí mismo que desembocan en chulería lo justo para que haya material cómico con los portazos en la cara que se lleve o con sus ocasionales torpezas. Pero siempre transmitiendo la sensación, por fin, de que este señor es un profesional, un héroe de los tochos, el puto Dios del Trueno. Un personaje al que apetece seguir en mil aventuras. Si seguimos por este camino, se consolidará de una vez por todas como el tercer personaje clave de la franquicia. Desde luego, su futuro promete mucho, dada su situación al acabar la peli.
Pero la verdad es que casi todo el reparto consigue brillar, encajando perfectamente entre sí para dar forma al estilo del film. Valkyria es una presencia refrescante en Marvel que recorre a la perfección esa línea entre lo molón y lo cómico que define la peli y a quien estoy deseando volver a ver en el futuro. No solo con Thor sino también junto al resto de Vengadores. Ver a Banner/Hulk siempre es un placer, y si bien nunca roba protagonismo a Thor, sí inicia una nueva fase en su retrato fílmico con una premisa espléndida: que sea Hulk el que lleve la voz cantante. Oírle decir más de dos palabras seguidas es un sueño hecho realidad. El Gran Maestro es Jeff Goldblum DESATADO, así que todo bien. MUY bien. Korg es el único personaje cuyo propósito es enteramente cómico, pero funciona.
Y Loki está particularmente divertido y penoso, porque básicamente ha tocado fondo sin ser del todo consciente, lo cual altera la dinámica con su hermano de forma que sienta bien a ambos y hace avanzar su relación. Eso sí, ese momento en el que se queda mirando brevemente el Teseracto deja una puerta abierto muy clara para que vuelva a tener un papel más típico de él en próximas apariciones.
La que se me queda un poco a medias es Hela, la villana. Está claro que Blanchett se lo pasa pipa y eso siempre suma puntos con los villanos, pero es que su papel no tiene demasiado que ofrecer a la construcción del guion. Por eso la veo como un paso atrás con respecto a Ego y el Buitre, de este mismo año. Por apuntar algo más digno de decirse, al único que veo algo desubicado con el rollito de la peli es a Idris Elba. Lástima. Pero qué más da.
Así pues, vamos a ir cerrando: me ha encantado. Necesito volver a verla sin tardar para degustar todas las coñas, momentazos y rarezas que ofrece. Es una peli sencillamente... guay. Divertida. Fresca. Trepidante y emocionante. Que crea un nuevo rumbo para su protagonista, al que convierte en estrella. Los revisionados dirán cómo aguanta, pero lo que es de primeras, vibré más que en cualquier otra ocasión en una sala de cine este año. Con, atención, una tercera entrega que nadie pedía de un personaje que no acababa de arrancar. Si eso no es para aplaudir...
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