Y todo esto lo dice una persona “súper mega organizada” como yo pero, sucede que con el tiempo y los tantos cambios de rumbo inesperados, aprendí que nada saber mejor que la improvisación; esos domingos que empiezan siendo un café a mediodía con amigos y terminan en comida, sobremesa, peli y cena; esos viajes de fin de semana que organizas en apenas un par de semanas, esas quedadas con amigas que acaban en una discoteca a las 5 de la mañana, esos viajes que iban a ser en solitario y alguien, con apenas un mes de antelación, compra un vuelo y viaja 20 horas para unirse a ti. Saboreemos cada sorbo de café del día porque, quién sabe, puede que se esté cociendo un instante único de tu vida.
“Yo tampoco sé cómo vivir. Estoy improvisando”
