
Con el IMPUESTO SOBRE LA LOTERIA nos quitan una de las pocas ilusiones que nos quedaban.
Ni la ilusión nos dejan ya
Los juegos de azar suponen unos grandes ingresos para el Estado (sin contar el actual IMPUESTO SOBRE LA LOTERIA), y así lo ha sido siempre desde que Esquilache, allá por el mil setecientos y pico la trajese de Italia.
Un invento genial que Javier Traité define así en su libro (recomendable) HISTORIA TORCIDA DE ESPAÑA:
“…una genialidad llamada Lotería Nacional. El invento funcionaba así: si obligabas a la gente a pagarte diez coronas, o euros, o escudos, o lo que fuera, en concepto de tributo, la gente se enfadaba y no quería hacerlo. Pero si organizabas un concurso de boletos, escribías en ellos unos números correlativos, y decías que uno de aquellos boletos estaría premiado con diez mil coronas, ¡la gente te los compraba por el doble de lo que no querían pagar como impuestos! Era un chollo, sacabas tantos números diferentes que para que a uno de aquellos pringados que jugaban le tocara algo, tenía que vivir mil vidas. ¡Pagabas veinte mil de premio e ingresabas cien mil! El negocio redondo. Por eso a día de hoy sigue activo.”
Bueno, y eso sin contar con que ahora, además, con el nuevo IMPUESTO SOBRE LA LOTERIA, se quedan con el 20% del premio.
Es una manera de cargarse una de las pocas ilusiones que nos quedan. ¿IMPUESTO SOBRE LA LOTERIA?
Y encima, son tan torpes que no saben ni legislar. Sale la norma y habla de una autoliquidación o retención del 20% como “ingreso a cuenta”. ¿Por qué? Si es un ingreso a cuenta está claro que luego hay que incluirlo en la renta y contabilizar la retención, con lo cual, en caso de premios pequeños podría corresponder la devolución y en premios mayores sin duda se tendría que pagar mucho más. Tal vez es que eso es lo que tenían previsto antes, poder aplicar en la renta los diferenciales y hacerse con una buena parte del premio; mucho más allá del ya abusivo 20%. Por suerte parecen haber aclarado esta situación en consultas posteriores y el impuesto será fijo del 20%, y si obligan a declararlo en renta será solo con carácter informativo y no compensatorio.
IMPUESTO SOBRE LA LOTERIA – ¿Qué ocurre cuando el premio es compartido?
Es muy típico comprar un décimo entre dos o más personas (aplicable también a las papeletas). Hay que tener en cuenta que existe un mínimo exento de 2.500 euros por premio, pero si usted comparte un décimo con otra persona, a efectos del cálculo, la exención debe prorratearse; es decir, que de la cantidad del premio que a usted le corresponda, si son dos los que juegan, 1.250 euros quedarán exentos y del resto tendrá que pagar, con lo cual, puede darse el caso de que su premio sea inferior a 2.500 euros y no por ello estará exento.
IMPUESTO SOBRE LA LOTERIA – ¿Y si el premio se lo lleva un extranjero?
No he visto nada en la norma, pero supongo que como harán una retención directa del 20%, tanto dará una cosa como otra. Al premio que le corresponda le restarán el 20% y ahí acabará el problema fiscal.
IMPUESTO SOBRE LA LOTERIA – ¿Qué premios están sujetos?
Los premios de las loterías y apuestas organizadas por la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado y por los órganos o entidades de las Comunidades Autónomas, así como de los sorteos organizados por la Cruz Roja Española y de las modalidades de juegos autorizadas a la Organización Nacional de Ciegos
Españoles.
También estarán sujetos los premios de las loterías, apuestas y sorteos organizados por organismos
públicos o entidades que ejerzan actividades de carácter social o asistencial sin ánimo de lucro establecidos en otros Estados miembros de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo y que persigan objetivos idénticos a los de los organismos o entidades señalados en la letra anterior.
Si analizamos este último punto, parece entenderse que si se trata del Euromillón y le toca a un español, tendrá que pagar el 20%, cosa que no hará un ciudadano de otro país. Si no le aplican retención, que será lo más normal, luego estará obligado a realizar la oportuna autoliquidación y retratarse en Hacienda.
Ramón Cerdá
