Resurgir de tus cenizas, darle un impulso a tu almay volver a sentir esas ganas locas de comerte el mundo.
A veces sin darnos cuenta nos perdemos en medianías, pretendiendo tener bajo control algo que me temo que nunca podremos tener controlado: me refiero a nuestro porvenir. Quizás sea porque le damos más importancia de la que deberíamos a problemas que si bien no son menores nos ciegan en exceso y nos impiden disfrutar de lo maravilloso que nos rodea. Siempre dándole vueltas al futuro y al dinero. Al dinero y al futuro. Así nos sumergimos en un circulo vicioso enfermizo que nos corroe por dentro y no nos deja ver más allá. Caminando por la vida amargados, llorando a nuestro triste destino y sin saber apreciar la suerte que a veces tenemos.Ojo, no seré yo quién diga que el dinero no es necesario en nuestra sociedad. Por desgracia y sin dudarlo ni un segundo diría que es imprescindible. Por supuesto que vivimos en una sociedad en el que el dinero es necesario, pero no debemos olvidar que caminar con la mirada perdida y la cabeza agachada no nos va ayudar.Y lo más importante, no debemos olvidar que en realidad es la salud de las personas que queremos, son sus sonrisas y sus abrazos los que alientan nuestra alma. Porque puede que por desgracia el dinero sea el impulso de nuestra sociedad, pero hoy y para siempre los verdaderos impulsos del alma serán los otros.