In a Valley of Violence - 2016

Director: Ti West
Vaya día el de hoy... en realidad fue como todos los demás salvo que Chile le ganó a Uruguay, salió a la luz la versión extendida de "Suicide Squad" (era poco probable que lanzaran un director's cut propiamente tal) y yo sigo trabajando nueve horas al día... sin paga (así hasta fines de enero del año que viene, ¡ay de mí, papaíto!). En las noches fantaseo con ir caminando por la calle y encontrarme una billetera llena de dinero, pero podría irme peor: podría estar de viaje y de repente convertirme en el sujeto más odiado de un grupo de locales poco acostumbrados a los forasteros. Más o menos eso pasa en "In a Valley of Violence", la última película a la fecha de Ti West, director asociado al terror ("The House of the Devil", "The Innkeepers") que se propuso el saludable reto de hacer un western (ha contado que, en un inicio, costó que la gente entendiera que "In a Valley..." es un western a secas, no un horror-western), por lo demás filmado en celuloide, así que el interés no se hacía esperar ni mucho menos conocía mesura alguna. Y, les digo, no hemos salido decepcionados; al contrario, el entusiasmo no se me quita.

"In a Valley of Violence" demuestra impecable capacidad de síntesis, de precisión y de concisión, de ir al grano y no perderse por las ramas... a fin de cuentas, gran contundencia narrativa; no obstante, también es un fantástico ejercicio de estilo en donde incluso más importante que la sencilla trama (un sujeto de misterioso pasado y de bajo perfil que se mete en problemas con unos locales de cuestionables temperamento y actuar) es la ejecución formal de Ti West y su interesante tratamiento del género, tan respetuoso de clásicos como deseoso de romper moldes, de imponer sus propios términos. Si tuviera que mencionar una referencia reciente (personas más sabias que yo podrán identificar las referencias más "antiguas", y es que a mí me falta mucho aún, hermanos y hermanas), diría que "In a Valley of Violence" está hermanada con "The Hateful Eight", no únicamente por la grandiosa banda sonora (aunque ésta no cuenta con el gran Morricone, claro) como por la atmósfera decididamente extraña y tenebrosa, y desde luego, el conflicto de motivos puramente primarios y hasta caprichosos para desatar la masacre, el baño de sangre: la barbarie, ya lo sabemos, no tiene excusas ni límites, sólo existe (por obra y gracia del hombre, claro) y se encuentra en cada espacio habitado e inhabitado por él... vamos, se puede respirar en el aire, se puede oler a kilómetros de distancia cuando alguien busca y vive de problemas: no, no... quizás sería mejor evitar los lugares con personas, pero a veces no queda alternativa... y esto es lo que pasa. Ti West construye un certero retrato de un género, de una época y de un mito reduciendo (en el buen sentido) sus partes a su esencia y/o pulsión más atávica. Impresionante. Y genial la fotografía en 35mm, gran decisión (y declaración de intenciones) por parte de Ti West.
Pocas palabras se necesitan para una película de pocas palabras pero de tremebundas imágenes y, más importante, de un tratamiento del western sucio, violento y sin concesiones, amén de su potente personalidad. "In a Valley of Violence", damas y caballeros, en donde, para disfrute nuestro, una sola cosa puede (y va a) suceder. Vayan con cuidado, pero vayan...