Revista Cine
Aunque su delicado estado de salud le mantenía alejado del negocio del cine desde 2001, es innegable que la desaparición de John Barry implica la pérdida de uno de los más grandes compositores de bandas sonoras de la historia. Formó parte, durante décadas, de un selecto grupo de excelsos maestros de la música del cine junto a John Williams, Jerry Goldsmith, y Ennio Morricone. Ahora, Barry se une a Goldsmith en el Olimpo de los grandes creadores musicales.
Nacido en la ciudad norteña de York (Inglaterra), el joven Barry mostró sus aptitudes para la música a muy temprana edad. Empezó a dedicarse profesionalmente a ella durante la década de los 50 formando varios grupos de música sinfónica. Estos trabajos, unidos a algunas colaboraciones para proyectos televisivos de la BBC, fueron los que llamaron la atención de Albert "Cubby" Broccoli que, en 1962, trataba de sacar adelante Dr. No, la primera de las aventuras fílmicas de James Bond. El problema que tenían es que no acababan de estar conformes con las composiciones que Monty Norman les había entregado para la banda sonora del film. Y decidieron contratar a alguien que, con nuevos arreglos, pudiera relanzar el tema principal del agente 007. El resultado es de sobras conocido. Barry readaptó la partitura de Norman y creó un tema clásico e inmortal que se ha convertido en una de las piezas más veneradas y reconocibles de la historia del cine.
Así empezó una fructífera carrera en la que John Barry se confirmó como un compositor de gran prestigio y de exquisito gusto compositivo. Sin embargo, nunca olvidó su vinculación con la familia Broccoli y la saga Bond ya que compuso la música en 11 películas más firmando su última colaboración en Alta Tensión (The Living Daylights, 1987).
A lo largo de más de 110 composiciones cinematográficas, Barry tuvo la oportunidad de trabajar junto a grandes directores en películas que se han convertido en clásicos. Puestos a destacar podemos hablar de films como Zulú (1964), La Jauría Humana (1966), El León en Invierno (1968), King Kong (1976), La Calle del Adiós (1979), Fuego en el Cuerpo (1981), Cotton Club (1984), Memorias de África (1985), Bailando con Lobos (1990), Chaplin (1992), y Enigma (2001), que fue el título que cerró su trayectoria.
Los reconocimientos a su trabajo son innumerables. En cuanto a los principales premios hay que resaltar los cinco Oscar que ganó (dos en canción y banda sonora por Nacida Libre, y sendas estatuillas por El León en Invierno, Memorias de África, y Bailando con Lobos) además de un Grammy, un BAFTA, y su entrada en el Hall of Fame de los grandes compositores en 1998.
John Barry nos deja una infinidad de partituras que serán objeto de un mayor análisis en los años venideros. Pertenece a una generación de excelentes compositores que, tomando el relevo de sus gloriosos antecesores, fueron capaces de mantener a la música de cine en unos estándares de altísima calidad.
No encuentro, en estos momentos, mejor forma de homenajearle que aportando el tema principal de la banda sonora que más le caracterizó, fuera de la saga Bond. Me refiero, obviamente al clásico "I had a farm in Africa..."