El escritor estadounidense Robert Stone falleció el sábado 10 de enero de 2015 a los 77 años de edad en su domicilio de Key West (Florida, EE.UU.), a causa de una enfermedad pulmonar crónica.
Stone fue dos veces finalista del premio Pulitzer y obtuvo en 1975 el National Book Award por “Dog Soldiers” su novela más conocida, en la que narra la historia de un periodista que trafica con heroína desde Vietnam, país en el que el escritor estuvo como corresponsal durante la guerra. “Dog Soldiers” fue adaptada al cine bajo el título de “Wholl Stop the Rain” (1978) (Nieve que quema), protagonizada por Nick Nolte.
Robert Stone nació en Brooklyn (Nueva York) en 1937, dos años antes de que diera comienzo la Segunda Guerra Mundial, una aproximación premonitoria de cómo el conflicto, la absurda lucha entre semejantes, marcaría su vida y su obra. Hasta los seis años vivió con su madre (su padre les abandonó al poco tiempo de que naciera), una maestra que terminó siendo internada con esquizofrenia (en “Hijos de la luz” (Libros del Silencio), una de sus novelas, su protagonista, Lu Anne, es esquizofrénica). Pasó su infancia en un orfanato católico y su juventud estuvo marcada por la rebeldía y cierta ansiedad. Terminó alistándose en la Marina, donde estuvo cuatro años en los que visitó Egipto y la Antártida.
Stone era considerado como uno de los escritores que mejor supo capturar los problemas de Estados Unidos en las décadas de los 60 y los 70. Según relató en varias entrevistas, comenzó a escribir inspirado por “The Great Gatsby”. Entre sus obras también destacan “A Flag for Sunrise“, “Outerbridge Reach” y “Damascus Gate” ( otra historia sobre un periodista díscolo, esta vez en Oriente Medio), y un libro de memorias de sus años con Kesey y compañía, “Recordando los sesenta” (Libros del Silencio). Su última novela se publicó en 2013 con el título “Death of a Black-Haired Girl“, una declaración, según reconoció, de lo que pensaba «sobre la religión, el amor y las contradicciones de nuestra sociedad». Quizá su muerte sirva para que algún otro editor español la publique en España. Sus (muchos) lectores lo agradecerán.
“Cuando tenemos trabajo que hacer pero no lo estamos haciendo, los escritores tenemos accesos de compulsividad. Para sostener la ilusión de estar avanzando, cualquier viaje insustancial o un cambio sin propósito sirve. Es bien sabido que los escritores cambian de editor, de agente, de esposa, para atenuar la punzada del nerviosismo cuando el trabajo no progresa. Y también cambian de ciudad. Sometido a esta inquietud, ahora me doy cuenta, casi cambié mi vida y mi destino más allá de todo reconocimiento ni esperanza de salvación”.
Fragmento de “Recordando los sesenta”, de Robert Stone (Libros del Silecio).
Leer fragmentos de Dog Soldiers (PDF) – Revista de Letras.
Más información: ABC.es.
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