Las obras se iniciaron en la II República pero se vio pausada por la Guerra Civil Española. En la posguerra, Regiones Devastadas reconstruyó el edificio. El proyecto del edificio fue del arquitecto Antonio Teresa Martín.
El edificio lo conforma un sólo cuerpo de dos plantas y un patio en el centro, actualmente en el interior de la manzana. Tenía siete pabellones para los guardias y uno para el comandante del puesto, una gran sala para el cuerpo de guardia, oficinas, dormitorios, garaje y cuadras.
Los habitáculos de los guardias tenían comedor, tres dormitorios, cocina y lavabo con servicio de ducha.
Destaca los torreones de entrada, siendo garitas del complejo, como si de un castillo medieval defensivo se tratase.
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