Fotografías de Miriam Sánchez Varela Hay algo furtivo en el retrato fotográfico de un ciego. Luz profunda tiene la coherencia de un ensayo fotográfico. Posee fuerza poética y está inspirado en la búsqueda de una expresión personal y de un discurso diferente a partir de un tema ya bastante trabajado en la historia de la fotografía.
AFM Polanco / Entrada Libre - 19:30 horas
Permanencia hasta el 3 de Mayo
Luz profunda
Hay algo furtivo en el retrato fotográfico de un ciego. Por la propia naturaleza del medio fotográfico, la fotografía de un ciego parece producir un efecto de doble limitación en el sujeto fotografiado: el ciego no sólo aparece como alguien que no puede ver, sino como alguien que no puede ver la cámara. Esto pudiera eliminar la complicidad del ciego con el acto fotográfico y darle al retrato una suerte de brutal objetividad. Esa objetividad se expresa como un distanciamiento, como si el ciego estuviera simultáneamente dentro y fuera de la fotografía; cerca y lejos. Accesible y distante.
Es difícil sostener una relación afectiva con el retratado cuando la ausencia de su mirada es lo más importante de la foto. En un retrato como Blind Woman, de Paul Strand (glorioso antecedente) esa distancia se salva por la fuerza del texto escrito. En el caso de estas fotografías de Miriam Sánchez Varela es la actitud de los fotografiados lo que ayuda a establecer una conexión de simpatía con los espectadores.
Luz profunda tiene la coherencia de un ensayo fotográfico. Posee fuerza poética y está inspirado en la búsqueda de una expresión personal y de un discurso diferente a partir de un tema ya bastante trabajado en la historia de la fotografía.