Revista Salud y Bienestar
Inaugurada la Tribuna ANIS de la asociación de la prensa sanitaria por la que pasarán las personalidades del ámbito nacional e internacional
Por Fat
La Asolación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) – asociación de prensa sectorial más numerosa del país, con cerca de 700 periodistas asociados – ha inaugurado esta mañana la I Tribuna ANIS celebrando la primera de un ciclo de conferencias que subirá al estrado a las personalidades políticas, profesionales, académicas e investigadores del mundo de la salud, la sanidad y las políticas sociales. En esta ocasión el ponente ha sido Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería de España, que ha sido presentado por el Secretario General de Sanidad del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, José Martínez Olmos, y moderado por el presidente de ANIS, Francisco Cañizares. A lo largo de dos horas de intenso debate, González Jurado ha presentado el que va a ser la hoja de ruta de la enfermería en España, una profesión que en los últimos años ha experimentado un crecimiento continuado en competencias profesionales, académicas, investigadoras y científicas. Tal y como ha defendido González Jurado, en los últimos veinte años las más de 250.000 enfermeras y enfermeros que trabajan en España ha pasado de ser una diplomatura a una titulación universitaria de Grado con una duración equivalente a las históricas licenciaturas, a disponer de 7 especialidades de formación MIR, así como poder prescribir determinados medicamentos mediante sus propias recetas, solicitar pruebas diagnósticas y gestionar directamente patologías complejas. Un cambio de papeles en la sanidad que no tiene vuelta atrás y que, sin duda supone una importantísima oportunidad para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud.
-El mejor SNS gracias a los profesionales
González Jurado ha destacado “la calidad del Sistema Nacional de Salud, que es considerado el séptimo mejor del mundo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el tercero según el ranking Newsweek. Sin embargo la inversión económica es mucho menor que la del los países equivalentes al nuestro. España destina un 6% del PIB (58.466 millones de € para 46.745.807 de personas beneficiarias), y a pesar de ser una cantidad bastante menor que el resto de los países del entorno, los resultados de la calidad de la asistencia son muy superiores. En este sentido ha comparado el SNS con otro de los pilares fundamentales de nuestro Estado de Bienestar, el sistema educativo, poniendo de relieve cómo, a pesar de que este último recibe una inversión muy superior en relación con sus beneficiarios (46.256 millones de euros, un 4.40 % del PIB para un total de 9.303.630 de personas beneficiarias), obtiene unos resultados muy inferiores en todos los rankings mundiales.
-“¿Cómo conseguir el resultado tan optimo con mucho menos dinero?, pues con el sacrificio de los profesionales sanitarios”. “Europa se destina una media del 70% del presupuesto sanitario a salarios y otros gastos directamente relacionados con el empleo del personal sanitario según el Libro verde sobre el personal sanitario europeo (Comisión Europea 2008), mientras que en España este gasto es el 41,5% y a pesar de ello sacamos las mejores notas de Europa. Y un claro ejemplo del sacrificio que hace la profesión ha supuesto la tranquilidad con la que hemos encajado la reducción de nuestros salarios. Mientras que determinados sectores empresariales afectados por las políticas de reducción de gastos llevan meses replanteando en todos los foros los beneficios económicos que han dejado de percibir, los profesionales sanitarios hemos aceptado el sacrificio como algo necesario para poder garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Y eso que el 5% de reducción de nuestros salarios ha supuesto dejar de percibir un total de 1.213 millones de euros.
Respecto al actual debate sobre la colegiación obligatoria de las profesiones sanitarias, el presidente del Consejo General de Enfermería ha destacado que no podemos hablar de colegiación obligatoria porque la propia naturaleza de los colegios profesionales lleva implícita la obligatoriedad de los profesionales a pertenecer a él: o existe colegiación universal o no existe ni colegiación ni colegios. González Jurado ha destacado que en España se desconoce la realidad internacional de los colegios profesionales que son los órganos que regulan las profesiones, los que deciden cuales son las buenas prácticas profesionales y determinan donde están los límites, poniendo siempre la seguridad del paciente por delante de los intereses del propio profesional. Los colegios no existimos para agradar a los profesionales sino para proteger la seguridad de los pacientes y garantizar las mejores prácticas posibles. Así, ha destacado que en todos los países desarrollados no se concibe ni por asomo la posibilidad de que los profesionales no estén obligados a estar registrados en sus órganos reguladores y sometidos a su deontología.
Y ante la posibilidad de que se exima de estar colegiados a los profesionales que trabajan para la administración pública ha señalado que esto supondría un disparate porque se está convirtiendo al empleador en quien regula y controla las buenas prácticas del profesional. “Quien te emplea no puede ser quien decida qué es una buena práctica profesional, primero porque esto es competencia exclusiva de cada profesión y segundo porque supone ir contra la seguridad de los pacientes y de los profesionales”. Y un buen ejemplo de que esto es un disparate sería, entre muchos otros, el caso Rayán donde un hospital obligó a una profesional que no contaba con las competencias necesarias a asumir unos cuidados especializados para los que no estaba preparada con el final trágico que todos conocemos.
Por su parte, el presidente de ANIS, Francisco Cañizares, ha destacado que la importancia de la enfermería en nuestro sistema sanitario se ha puesto de manifiesto como nunca en los momentos en los que vivimos. En los últimos meses el debate de la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud ha pasado a adoptar un rol protagonista en las agendas de todos los que tienen responsabilidad en el funcionamiento de la sanidad. Curiosamente, todas y cada a una las propuestas de estos gestores y responsables sanitarios, coinciden en una medida concreta: la necesidad de dotar de más competencias a las 250.000 enfermeras y enfermeros que trabajan en España. De hecho, ésta es probablemente la única medida en la que el Ministerio de Sanidad, las Consejerías de Salud de las CC.AA y todos los partidos políticos están absolutamente de acuerdo: la sostenibilidad del sistema pasa porque las enfermeras puedan tomar más decisiones y actuar más allá de sus actuales cuidados
-El mejor SNS gracias a los profesionales
González Jurado ha destacado “la calidad del Sistema Nacional de Salud, que es considerado el séptimo mejor del mundo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el tercero según el ranking Newsweek. Sin embargo la inversión económica es mucho menor que la del los países equivalentes al nuestro. España destina un 6% del PIB (58.466 millones de € para 46.745.807 de personas beneficiarias), y a pesar de ser una cantidad bastante menor que el resto de los países del entorno, los resultados de la calidad de la asistencia son muy superiores. En este sentido ha comparado el SNS con otro de los pilares fundamentales de nuestro Estado de Bienestar, el sistema educativo, poniendo de relieve cómo, a pesar de que este último recibe una inversión muy superior en relación con sus beneficiarios (46.256 millones de euros, un 4.40 % del PIB para un total de 9.303.630 de personas beneficiarias), obtiene unos resultados muy inferiores en todos los rankings mundiales.
-“¿Cómo conseguir el resultado tan optimo con mucho menos dinero?, pues con el sacrificio de los profesionales sanitarios”. “Europa se destina una media del 70% del presupuesto sanitario a salarios y otros gastos directamente relacionados con el empleo del personal sanitario según el Libro verde sobre el personal sanitario europeo (Comisión Europea 2008), mientras que en España este gasto es el 41,5% y a pesar de ello sacamos las mejores notas de Europa. Y un claro ejemplo del sacrificio que hace la profesión ha supuesto la tranquilidad con la que hemos encajado la reducción de nuestros salarios. Mientras que determinados sectores empresariales afectados por las políticas de reducción de gastos llevan meses replanteando en todos los foros los beneficios económicos que han dejado de percibir, los profesionales sanitarios hemos aceptado el sacrificio como algo necesario para poder garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Y eso que el 5% de reducción de nuestros salarios ha supuesto dejar de percibir un total de 1.213 millones de euros.
Respecto al actual debate sobre la colegiación obligatoria de las profesiones sanitarias, el presidente del Consejo General de Enfermería ha destacado que no podemos hablar de colegiación obligatoria porque la propia naturaleza de los colegios profesionales lleva implícita la obligatoriedad de los profesionales a pertenecer a él: o existe colegiación universal o no existe ni colegiación ni colegios. González Jurado ha destacado que en España se desconoce la realidad internacional de los colegios profesionales que son los órganos que regulan las profesiones, los que deciden cuales son las buenas prácticas profesionales y determinan donde están los límites, poniendo siempre la seguridad del paciente por delante de los intereses del propio profesional. Los colegios no existimos para agradar a los profesionales sino para proteger la seguridad de los pacientes y garantizar las mejores prácticas posibles. Así, ha destacado que en todos los países desarrollados no se concibe ni por asomo la posibilidad de que los profesionales no estén obligados a estar registrados en sus órganos reguladores y sometidos a su deontología.
Y ante la posibilidad de que se exima de estar colegiados a los profesionales que trabajan para la administración pública ha señalado que esto supondría un disparate porque se está convirtiendo al empleador en quien regula y controla las buenas prácticas del profesional. “Quien te emplea no puede ser quien decida qué es una buena práctica profesional, primero porque esto es competencia exclusiva de cada profesión y segundo porque supone ir contra la seguridad de los pacientes y de los profesionales”. Y un buen ejemplo de que esto es un disparate sería, entre muchos otros, el caso Rayán donde un hospital obligó a una profesional que no contaba con las competencias necesarias a asumir unos cuidados especializados para los que no estaba preparada con el final trágico que todos conocemos.
Por su parte, el presidente de ANIS, Francisco Cañizares, ha destacado que la importancia de la enfermería en nuestro sistema sanitario se ha puesto de manifiesto como nunca en los momentos en los que vivimos. En los últimos meses el debate de la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud ha pasado a adoptar un rol protagonista en las agendas de todos los que tienen responsabilidad en el funcionamiento de la sanidad. Curiosamente, todas y cada a una las propuestas de estos gestores y responsables sanitarios, coinciden en una medida concreta: la necesidad de dotar de más competencias a las 250.000 enfermeras y enfermeros que trabajan en España. De hecho, ésta es probablemente la única medida en la que el Ministerio de Sanidad, las Consejerías de Salud de las CC.AA y todos los partidos políticos están absolutamente de acuerdo: la sostenibilidad del sistema pasa porque las enfermeras puedan tomar más decisiones y actuar más allá de sus actuales cuidados
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