Revista Cine
Título original: Inbred
Año: 2011
Duración: 97 min.
País: Reino Unido
Director: Alex Chandon
Guión: Alex Chandon, Paul Shrimpton
Música: David Andrews
Fotografía: Ollie Downey
Reparto: Jo Hartley, James Doherty, Seamus O'Neill, James Burrows, Terry Haywood
Perturbada y enloquecida. La Matanza de Texas del siglo XXI.
La inhóspita región de Yorkshire y sus pintorescos pueblos, sirven de escenario perfecto para ambientar esta rural terror movie con tintes de comedia negra. Recibe cierta inspiración de films como Las Colinas Tienen Ojos, de Alexandre Aja o la famosa saga de Camino Sangriento, aunque también se denotan ciertas similitudes con la enfermiza Calvarie. Esta vez, la producción anglo-alemana es aun más sangrienta y visceral que sus predecesoras. Inbred reúne todos los requisitos necesarios para una cinta de este tipo. Una zona alejada de todo y mal comunicada. Un grupo de despreocupados adolescentes con ganas de pasarlo bien y unos habitantes de comarca, descendientes de dementes endogámicos y sin ningún tipo de respeto hacia la vida humana. Es evidente que la mezcla de todo esto, es un cóctel letal y explosivo.
Como director Alex Chandon, que dirigiera en 2001 Cradle of Fear, es el encargado del proyecto y el resultado es, cuanto menos, impactante. Decidido a crear angustia, con deliberada asiduidad ofrece gran cantidad de planos, en los cuales nada queda para la imaginación del espectador. Apoyado, por una labor de efectos especiales de excelente calidad y realismo. Por otra parte el guión avanza directo y sin complicaciones, esconde alguna sorpresa y también procura algún que otro gag típico del humor inglés. Sí que hay ciertas situaciones que parecen resueltas por los pelos. Pero en líneas generales, el argumento posee todos los ingredientes necesarios para una película que busque generar desasosiego y aversión.
Con un elenco diverso y bien nutrido, son destacables los trabajos de Jo Hartley como sufrida trabajadora social y del joven James Burrows, que ya viéramos en Eden Lake (2008). También Emily Booth, Horizonte Final (1997) o Inferno (2001), realiza una breve, aunque oportuna labor. Pero es Seamus O’Neill un veterano actor con más de 30 años de experiencia, quien otorga a su personaje una gran naturalidad, capaz de transmitir aprensión y simpatía al mismo tiempo. Además, cabe mencionar la lúgubre banda sonora compuesta por David Andrews, es aterradora y por momentos incluso psicótica. Incrementa con fuerza las terribles escenas y consigue que desde el principio el espectador preste toda su atención a la pantalla.
Un grupo de jóvenes con problemas de conducta y acompañados por dos monitores, van a pasar un fin de semana a Mortlake un pequeño pueblo situado en el condado de Yorkshire. Con horror descubrirán que los habitantes de Mortlake tienen una peculiar manera de divertirse a costa de los foráneos. Lo que en principio eran unos días de tranquilidad y convivencia, van a convertirse en una auténtica pesadilla.
No es tarea fácil destacar dentro de un género tan explotado. Ya sea por la tensión de su argumento, la buena caracterización de los personajes o los excelentes efectos especiales, Inbred ha llegado con fuerza dispuesta a hacerse un hueco en el competitivo universo de las producciones maníaco homicidas. Del todo recomendable para pasar un buen rato de terrorífico entretenimiento.
Firma: Sergio Bosch.