La pensión de incapacidad permanente es una de las pensiones de invalidez que puede conceder el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) a un trabajador en España. Este grado de invalidez inhabilita al trabajador para desarrollar su profesión habitual.
Sin embargo, la incapacidad permanente total es compatible con la realización de otras actividades laborales que no entren en conflicto con el grado de incapacidad reconocido por el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Reconocimiento de una incapacidad permanente
El reconocimiento de una incapacidad permanente total conlleva la percepción de una pensión del 55% de la base reguladora. Puede llegar a un 75% en caso de que el ciudadano tenga 55 años o más y se encuentre en paro.
La nueva Ley de Empleo, aprobada durante este año 2023 por el Gobierno de España, establece la asimilación de la incapacidad permanente total al grado de discapacidad del 33%. Así, esta situación genera importantes beneficios sobre las personas perceptoras de una pensión de incapacidad total.
Esta medida ha sido impulsada por el CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad). Con la nueva normativa, las personas con incapacidad permanente total tienen la consideración de persona con discapacidad del 33%, en materia laboral.
Diferentes beneficios
Las personas que tienen reconocida una discapacidad del 33% cuentan con diferentes beneficios a la hora de acceder a un nuevo empleo, ya que suelen encontrar mayores dificultades para entrar o reincorporarse al mundo laboral.
Entre otras cosas, las ofertas de empleo público reservan un número de plazas determinadas para personas con discapacidad. Además, las empresas privadas también suelen lanzar ofertas de trabajo destinadas específicamente a personas con una discapacidad del 33%.
Anteriormente, las personas con una incapacidad permanente total no podían acceder a este tipo de ofertas laborales, al no tener reconocida una discapacidad del 33%. A partir de ahora, las personas con incapacidad permanente total tendrán consideración de personas con discapacidad del 33% en todo lo referente al ámbito laboral.
Beneficios sociales y fiscales
Las personas con un grado de discapacidad del 33% cuentan con diferentes beneficios sociales y fiscales aprobados por el Gobierno de España o los diferentes gobiernos autonómicos.
Así, para que las personas con incapacidad permanente total puedan disfrutar de estos beneficios sociales y fiscales, deberán tener reconocido un grado de discapacidad del 33% emitido por los servicios sociales de la Comunidad Autónoma que corresponda.
Algunos de los beneficios de las personas con discapacidad del 33% están relacionados con la rebaja fiscal. El mínimo personal y familiar exento de presentar la Declaración de la Renta aumenta en 3.000 euros en este tipo de casos.
Descubre otras ventajas del certificado de discapacidad:
- Bono taxi.
- Zonas de aparcamiento reservado (solo personas con movilidad reducida).
- Ayuda domiciliaria en caso de precisar apoyo de terceras personas.
- Ayudas para la adquisición de sillas de ruedas y otro material ortopédico.
- Subsidio extraordinario por desempleo (RAI)
- Ayudas para autónomos
- Ayudas en matriculación de vehículos
- Ayudas para compra y alquiler de viviendas
- Beneficios fiscales: IRPF y Renta
- Ayudas por familia numerosa
- Ayuda anual por miembros con discapacidad en la unidad familiar
- IVA reducido (4%) para adquisición de vehículos
- Descuentos en Ocio y Cultura.
- Becas para educación.