Casus belli es una expresión latina que hace referencia a los motivos necesarios para declarar una guerra.
Son muchos y variados, como son muchas y variadas los tipos de agresiones y ataques, y van desde la invasión con ánimo genocida de un Eje de países contra un estado naciente y sin ejercito (1948), hasta el cierre de estrechos, vías marítimas y puertos (1956) , o la intención manifiesta de eliminar a un estado junto la práctica del terrorismo (1967, y otros años), el ataque militar por la espalda aprovechando la principal festividad de un pais (1973), etc, etc.
Todos ellos han sido practicado por los dirigentes palestinos que jamas, digan lo que digan de cara a los medios occidentales, jamas han creído en una solución pacífica, de dos estados conviviendo juntos y al lado pacíficamente. Solo creen en el exterminio de Israel.
Cualquiera creería que la inventiva palestina para practicar la violencia en su delirante nacionalismo palestino tendría límite.
No es así.
De la misma forma que apenas se conocen aportaciones reseñables de los palestinos en los campos de la ciencia, la literatura, etc, etc, sí muestran una capacidad inagotable para innovar diferentes técnicas terroristas y para la práctica de violencia.
Ahora, presumiblemente, hacen uso de los incendios como arma de guerra contra los civiles israelíes. Utilizando la fuerza de la naturaleza en su ánimo genocida para limpiar de judíos la tierra de Israel como ya intentaron en el pasado.
Poco han cambiado los tiempos desde que clamaban fanatizados “echemos a los judíos al mar”, ahora dicen “echemos a los judíos a la pira”.
El rosario de incendios que ha asolado Israel aparentemente provocados por nacionalistas palestinos y antisionistas, por aquellos que defienden los activistas del BDS, debe ser considerado una acto de guerra si se demuestra la culpabilidad palestina.
Lo que está pasando supera cualquier cosa.
ES CASUS BELLI.
Por que este acto y sus terribles consecuencias no pueden ser pasados por alto e Israel no debe permanecer de brazos cruzados ante ello. Debe hacérselo pagar a los culpables y a quienes les amparan y toleran en esa entidad de apartheid llamada Autoridad Palestina, organismo solo valido para pagar terroristas y corruptos. Es un acto de legítima defensa contra esos criminales y sus valedores-
Ni la comunidad internacional, por supuesto, debe dudar a la hora de denunciar en todos los foros del mundo la irresponsable violencia palestina que busca mas la destrucción de sus vecinos que la realización de un proyecto nacional viable, pacifico y tolerante.
Que los terroristas y los violentos, y quienes les amparan asuman las consecuencias de sus actos.