Revista Cine

"Inception": Pura Creación

Publicado el 15 agosto 2010 por Elchapa

"Pura creación". Esa es la frase que pronuncia Ariadne (Ellen Page) apenas descubre lo que implica convertirse en un arquitecto de sueños. Es seguramente uno de los pocos momentos genuinos que tiene "Inception", el último film de Christopher Nolan que acabo de ver por segunda vez. Es más, para que el momento sea genuino tenemos que obviar el hecho de que previo a esa frase, el protagonista Dom Cobb (Di Caprio) ya se había referido a las posibilidades de crear otro mundo, dentro de los sueños. Yendo un poco más lejos, incluso había hablado por Ariadne, al decirle a su compañero Arthur (Joseph Gordon Levitt): "La realidad ya no le va alcanzar, y cuando se de cuenta ella va a volver".
De esta forma, presento algunos personajes clave de la película e introduzco uno de los problemas que creo que tiene: muy pocos personajes parecen hablar por cuenta propia, o tener ideas propias. Siempre hay otro personaje cerca explicando, o sugiriendo, o directamente diciendo qué se tiene que hacer; para que no queden dudas. Ustedes ya saben de qué va la historia, y si no se enteraron todavía lo mejor es que lean algún resumen de la trama que sea fiel y poco confuso. Aquí a mí me basta con asegurar que Nolan nos presenta un mundo que ha traído al cine y que, para bien o para mal, incluye conceptos y un trasfondo complejo. Hay sueños dentro de sueños, hay proyecciones y una gran actividad general del subconsciente, hay patadas para despertarse y anestesias para dormirse; hay muertes que no son muertes y heridas que son profundas pero realmente no son heridas...hay un importante riesgo de quedarse perdido en medio de la nada.
Sí, son ideas emocionantes y en parte novedosas. Y si yo las transmito con toda tranquilidad es porque dentro del marco de la película las entendí bien. El segundo visionado me proporcionó claridad sobre algunos detalles, pero la primera vez ya lo había comprendido. Yo siempre pongo en discusión el hecho de que las películas deberían decir todo lo que tienen para decir la primera vez que uno las ve. Todo debería estar ahí porque siempre existe la posibilidad de que ese film uno no lo vuelva a ver. En este caso, la habilidad de Nolan como guionista es un punto a favor para "Inception", que juega con estas nociones y conceptos que el espectador entiende a la perfección sin necesidad de revisar bibliografía alguna. Vienen de algún autor importante? Demuestran que Nolan ha leído y se ha informado para poner todo eso en la pantalla? No lo sé, pero por alguna razón si tuviera que dar una respuesta estaría más cerca del sí que del no.
El otro día leía un artículo de El Bigote, en el que escribía que cuando le preguntaban por qué iba al cine el decía que era para ver otro mundo, aún si se moldea alrededor del nuestro. Yo quisiera tomarle la respuesta prestada y agregar algo que si bien no está textual en su artículo, creo que se sobreentiende. Yo, además de ir a verlo, también voy al cine a perderme en otro mundo. Esto, claro está, es lo que ocurre cuando dentro de ese mundo que vamos a ver al cine ocurren cosas. Conocemos personajes que viven historias que a nosotros como espectadores nos afectan o no. Quizá El Bigote no lo mencionó porque no siempre nos perdemos. Hay películas que lo piden y con sus historias dentro de sus mundos lo logran (sería, aunque miento un poco, como una armonía perfecta entre forma y fondo); hay películas que directamente no lo necesitan. Hay películas, como "Avatar", en las que uno verdaderamente quiere estar dentro de la pantalla. Yo no me sumo al entusiasmo de muchos por la última aventura de James Cameron, pero debo admitir que, aún con toda la previsibilidad y esquemática naturaleza de su historia, el mundo presentado era tan palpable y las emociones tan fuertes, que yo me sentía allí.
Como espectadores a todos nos ocurren cosas diferentes. A mí, como espectador que tiende a sobre analizar el cine que mira (y, por lo tanto, se la tira de crítico), me sucedió que "Inception" parecía pedir a gritos que nos perdiéramos en su mundo, que avanzáramos a la par de su historia. Sin embargo, creo que las propias virtudes de Nolan como escritor y director en algún punto le juegan en contra y la confluencia entre ese mundo y la historia no se da. Y yo no puedo defender del todo su film si con todo lo que monta me hace creer que quiere lograr algo y no alcanza a cumplirlo. La ambición es difícil de controlar cuando todo un proyecto queda en manos de alguien. Su cámara, sus palabras, su actor protagónico que con su peinado se parece mucho al mismo director...tanta confianza en una producción a gran escala y sin embargo, aparentemente tantas dudas.
La emoción y la intensidad están allí. En principio en la piel de Leo Di Caprio, el actor más intenso trabajando hoy día (creo que esto ya lo dije algunas veces). Luego está la música del asombroso Hans Zimmer, plagada de tonos menores y arreglos de cuerdas que construyen 'crescendos' repentinamente suspendidos en el aire junto a la imagen, en el incontable número de movimientos en cámara lenta que el director decidió incluir en la película. La mezcla de sonido es estruendosa; el piso tiembla dentro de la sala. Nolan incluso se preocupa por relacionar las secuencias de acción (que no son pocas) con las situaciones que viven los personajes, para que no haya cosas que exploten gratuitamente y para que todo sea justificable. Yo también insisto mucho sobre esto, ya que el cine hay mucha acción que está en pantalla porque tiene que haber acción. Y claro, una película como esta tiene que tener mucha acción, y el director la dota de marca registrada con esta conexión que mencioné y porque la filma de la misma manera que lo hizo en "The Dark Knight" (aquí mi crítica): confusa y desprolija, desordenada pero entendible. El mundo de los sueños de Nolan es, efectivamente, único y las imágenes son impresionantes (las más sorprendentes de toda su carrera, esto no se lo vamos a negar); ya sean las de un trompo girando, las de una calle levantándose o las de un espejo enorme que da lugar a un puente (yo, particularmente me quedo con las frutas y verduras que explotan en París). Cualquiera diría que le encantaría vivir allí (aunque, y que quede claro, eso no significa que durante la película a uno pueda sucederle -digamos, no significa que la película permita esa posibilidad- si bien eso parece querer generar). Pero, y retomo un poco, es un mundo no tan fácil de entender.
Perfecto. Regreso a la complejidad, que Nolan se encarga cuidadosamente de explicar y detallar. Hay entonces un tramo largo de "Inception" en el que varios personajes 'aprenden' cómo el mundo funciona y nosotros aprendemos con ellos. Aprendemos las ventajas y los problemas que se dan viviendo en un sueño. Las duraciones, los sedantes para despertarse o quedarse dormido, etc. Yo no les estoy detallando nada, para eso están Cobb, y Arthur, y algunos más que van apareciendo. Pero entonces todo gira alrededor de eso, y se produce la extraña sensación de que por un largo rato no se está contando ninguna historia. No sólo eso, sino que también está lo otro de que nadie habla por cuenta propia. Cada frase encaja en cada momento a la perfección y es como si flotara Nolan con el guión arriba de cada imagen, pero fuera de cuadro. Esto último fue un poco exagerado, lo sé, pero me parece que es obvio que el director quiere que no nos perdamos en su mundo. Hasta un punto eso está bien, y yo creo que ninguna persona lo hubiera hecho de otro modo, pero llega un momento en que ya no hace falta. Hay planos (algunos más pegados, otros más separados, aunque esto se da más sobre el final) en los que todo -es decir, la imagen, la puesta en escena, la música, las acciones, las expresiones y los diálogos-, absolutamente todo elemento cinematográfico esta diciendo lo mismo.
En la parte del film en los que los mecanismos del mundo de los sueños ya no son novedad, se sigue hablando de ello y se deja de lado la historia, que tiene una carga dramática muy fuerte. Cada vez que esa carga aparece, se ve acompañada por algo relacionado con el funcionamiento de los sueños. Cada emoción, cada expresión "genuina" (tal como la frase que da título a este escrito) se ve precedida o sucedida por un recordatorio (aquí no hablo de los largos 'flashbacks' característicos de Nolan que funcionan bien, no son molestos y hasta recuerdan a algunas de las más bellas imágenes de "Memento"; con mucho brillo) de algo previo o de otra cosa que posteriormente podría suceder. No importa qué son precisamente estas cosas, menos si aún no vieron el film. Lo que sí importa es que a "Inception" le queda una historia personal muy fuerte que termina, no opacada, sino casi apabullada, aplastada por el mundo donde esta historia ocurre; un mundo que sencillamente no la deja respirar.
La historia que yo menciono, para el que quiera detalles, no es el robo que se lleva a cabo (la "Inception" del título: ese 'último trabajo' tan característico de algunos géneros cinematogr áficos); meramente una motivación de la trama para poner en funcionamiento este nuevo mundo. Tampoco hablo de la relación de un personaje fundamental con su padre, porque esa es una historia cuyo final podemos anticipar antes. Yo me refiero a la historia de Cobb; a todo lo que le sucede (y le sucedió) al protagonista y que Di Caprio intenta transmitir, viéndose ayudado (de más) por varias decisiones de Nolan. Allí me parece que hay falta de confianza y dudas; allí me parece que hay contradicción.
Ustedes verán la película y opinarán. Estarán o no de acuerdo. En principio, antes que hablar de si "Inception" es o no la película del año, o de si es una gran película (para esto en particular hay que revisar el concepto de 'gran película', no?), hay que hablar de Christopher Nolan. No es su mejor película. Sé que tengo que revisar su filmografía, pero recuerdo bien que los conflictos internos de todos sus protagonistas estaban bien planteados desde el comienzo de los films. Lo bueno era que eran ellos mismos, los protagonistas, quienes vivían sus propias historias y los iban resolviendo. Sí, con ayuda de varias personas en cada caso (es un argumento válido y cierto, no lo voy a negar), pero por iniciativa propia: respirando, eligiendo, viajando, buscando. Dom Cobb desconoce estas acciones. Y si no conoce demasiado de su problema como para explicarlo y repetirlo e ilustrarlo (esta última palabra hace referencia a una cosa que acabo de inventar, que significa que un personaje se sale del lugar donde está -es un escape que ocurre dentro de su mente, porque el personaje no se mueve ni mira para otro lado- y parece estar hablándole al público para que entienda todo lo que está experimentando) como un sabelotodo en los momentos en los que más debería sufrirlo naturalmente -vivirlo-, siempre hay alguien dispuesto a hacerlo por él. Así no hay emoción genuina que valga, y no hay mundo en el que uno pueda perderse. Y los que vieron el film no me vengan con que en el mundo de los sueños de Nolan no te podés perder porque los laberintos se diseñan justamente para eso. Se entiende que hablo de la experiencia del cine como algo mayor, y en eso "Inception", con todo su control, cuidado y conocimiento de límites (traducción para lo que en otros momentos del texto fue 'dudas' o 'falta de confianza'), no me convence.
Si no revisen nuevamente la escena en que Gordon Levitt le da un beso a Ellen Page. Esa mirada de Ellen Page y el próximo plano en el que los dos actores aparecen juntos, da para algo bastante fogoso. Ahí Nolan dejó escapar una escena de sexo! Me van a decir que no?
---7/10 (siempre hay que poner algo)
PD: Disculpen que estuve ausente..anduve sin computadora por bastante tiempo. Pero estuve viendo cosas, y siempre tratamos de seguir sorprendiendo con algo por acá. Creo que eso lo saben los que leen. Y en cuanto a Nolan, bueno...volvió a generar revuelo, y había que cubrirlo.
Saludos Sospechosos!

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