Revista Diario

Incertidumbre

Por Belen
Hace ya unos días que estamos en casa, disfrutando de la tranquilidad y la paz familiar. Hemos intentado descansar y pasar página, mirar hacia adelante con optimismo pero yo no lo consigo del todo. Rayo ha mejorado desde que salimos del hospital, ha ido recuperando fuerzas. Duerme fenomenal, come como una lima, tiene ganas de jugar, de saltar, de brincar, pero hay que frenarle, poco a poco. 
Hoy acabamos con la medicación y eso es lo que más miedo me da. Esa medicación mágica que hace que su cabecita funcione mejor, esa pastilla mágica que consigue que el dolor se vaya..... aunque no sepamos las consecuencias a largo plazo. 
Hace un par de días bajamos la dosis, hoy desaparecerá. ¿Qué pasará? todavía no lo sabemos. Anoche me dijo que le dolía un poco, y ya no sé qué pensar. 
La próxima semana teníamos previsto irnos de vacaciones. Por primera vez en muchos años disfrutaríamos de tres semanas enteras de playa, diversión y relajación. Pero aún no sé si nos iremos. Nuestro primer destino, Almería, queda lejos.... y las dudas me asaltan: ¿y si vuelve el dolor?, ¿y si se pone malito?, ¿y si tenemos que venirnos corriendo?,..... Es un trayecto muy largo. Y ahí me ves, buscando alternativas por si algo pasa, ¿a cuánto queda el aeropuerto más cercano?, ¿qué hospital con servicio de neurocirugía queda más cerca?.... Pero todo queda lejos.
El médico no me puso impedimentos para irme, me recomendó el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla como alternativa a Madrid, en caso de que algo pasara, pero sus palabras fueron claras: "vida normal". 
Volveremos a consulta el próximo 22 de agosto, aunque puede que el próximo miércoles vayamos a que le eche un vistazo,..., antes de irnos. De nuevo las dudas, todo dudas. 
Es difícil disfrutar del verano así. Es difícil disfrutar para él, si no le permito jugar hasta la extenuación, si evitamos a los amigos porque sé que no puede seguir ahora mismo el ritmo, si le paro cuando le veo correr emocionado, si le impongo horarios también en verano...... Él no da tanta importancia a todo como yo claro, él es un niño y se limita a disfrutar del momento, sin más. A veces me gustaría poder hacerlo a mi también. Disfrutar del momento, ¡qué maravilla!
Quiero ser más optimista y que todo adquiera un tinte más brillante, pero me cuesta mucho. Esa sombra pesada y densa nos acecha y no puedo evitar verla a todas horas. Así que a una semana de nuestras merecidísimas vacaciones todo está en el aire, y lo único que puedo hacer es dejar pasar los días. Mañana decidiré si le llevo el miércoles a consulta,...., hoy solo puedo preguntarle si le duele la cabeza y cruzar los dedos.

Volver a la Portada de Logo Paperblog