En cuatro meses se han apercibido otros cinco estadios y se ha sancionado a 17 clubes
Para muchos, ya se ha convertido en algo normal. En la rutina de cada domingo: preparar la equipación del niño, ver su ilusión la mañana del partido, acompañarlo hasta el campo, escuchar insultos entre el público. Una situación que preocupa en la Federación Cordobesa de Fútbol, pero no resulta fácil cambiar una costumbre tan extendida.El incidente del pasado fin de semana, en el que un árbitro de sólo 15 años resultó agredido durante un partido entre alevines, sólo es la punta del iceberg. La violencia en el fútbol base y en el resto de competiciones amateur suele tener su origen en la grada. En los propios padres.Tres campos cordobeses ya han sido cerrados en lo que va de temporada. Todos por incidentes originados entre el público. «No suele haber denuncias a la Policía, pero si el acta lo recoge como agresión, automáticamente se clausura el campo», advierten desde la Federación. Durante los primeros cuatro meses de competición, ya han disputado encuentros a puerta cerrada el Alcolea, el Posadas y el Baenense.