Revista Sociedad

Inclusión Real

Publicado el 25 diciembre 2022 por Jas
Inclusión Real

Está de moda esto de ser inclusivos: lo intuimos en las pretensiones del idioma, y si no, que se lo pregunten a los niñEs de Irene Montero.

También podemos verlo en las patadas que le damos a la coherencia cuando, en televisión, vemos a un Aquiles peleando en Troya o a un hada madrina asesorando a Cenicienta en cuestiones de vestuario, cuando no es a la Sirenita, a Ana Bolena o a César, todos ellos negros, o debí decir “de color”.

Pero el fenómeno no es invención de nuestro tiempo, ni debe méritos a ningún Ministerio de Igualdad, y que sirva el ejemplo siguiente, muy bien traído, si se tienen en cuenta las fechas que atravesamos.

Una de las primerísimas representaciones de los Reyes Magos, que, por cierto, como cada año ya están cabalgando hacia Belén, nos remonta al siglo VI. Fue en un mosaico de la Basílica de San Apolinar el Nuevo, en Rávena, la última capital del Imperio Romano de Occidente. En ese mosaico, que mandó construir Justiniano, aparecen los tres reyes magos, más jóvenes de cómo los imaginamos y sin camellos. Caminan en fila, uno tras otro, con vasijas de plata entre las manos.

Esta obra es particularmente importante por ser el lugar en el que estrenan nombres, los de Melchor (quien parece el más joven), Gaspar y Baltasar, que siguen teniendo actualmente (en la Biblia no se citan los nombres). Pero hay algo que parece aún más interesante, si cabe: los tres son blancos.

Inclusión Real

Fue a finales de la Edad Media, a partir del siglo XV, cerca de mil años más tarde, cuando en las pinturas flamencas y alemanas comienza a aparecer la figura del rey negro, Baltasar, en una clara integración inclusiva, que quizá no fue demasiado consciente ni desafortunada, dadas las circunstancias y la época.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista