Usamos la palabra para referirnos a algo superficial, funcional, pero su significado va más allá, entronca con el “patos” griego y expresa dificultad para la coexistencia de lo diverso.
Pedro Sánchez está convencido de que sólo podría realizar su ensoñación monclovita aliado con Podemos (superándolos en votos); de ahí nace su izquierdismo radical y negacionista, una deriva que no parece tener mucho respaldo ciudadano si miramos las encuestas.
Tal vez debería proclamarse incompatible con los podemitas, dejarlos aislados y que acentúen el perfil antisistema con el que nacieron; no prestarles apoyo ni recibir el suyo para gobernar ayuntamientos o comunidades. Y, ya puestos, no despreciar a CS por si algún día los necesita como apoyo parlamentario (suponiendo que lograra más escaños que ellos).