Las redes sociales han potenciado la incontinencia verbal y ésta cobra una forma diferente, la cual pasa del plano verbal al escrito, convirtiéndose así en otra forma de manifestarse la incontinencia verbal.
En las redes sociales también encontramos incontinencia verbal, frecuentemente mezclada con alguna dosis de protagonismo mediático. Es el efecto que causa en muchos usuarios de las redes sociales la posibilidad de escribir y “sin mirar a quién”, desinhibidos por erróneamente pensar que “del otro lado” no hay nadie cuando en realidad cualquiera puede leer sus comentarios. Desde luego que las reglas de privacidad que el usuario de las redes sociales implemente limitará a quienes llegan sus palabras, aunque de un modo u otro alguna persona leerá sus comentarios.
En cualquier caso, las redes sociales han potenciado el efecto de la incontinencia verbal a través de la escritura, y ello también tiene consecuencias para la persona que no logra controlar sus palabras. Toda acción provoca una reacción, y aunque la incontinencia verbal se manifieste de forma escrita tendrá un cierto grado de repercusión en quienes se conviertan en los receptores del mensaje. La gran diferencia en cuanto a las consecuencias de la incontinencia verbal manifestada a nivel interpersonal o a través de las redes sociales es que la audiencia es mayor, y ello aumenta en forma exponencial el nivel de repercusión de la incontinencia verbal vinculada al individuo.
Cuando la incontinencia verbal cobra forma escrita a través de las redes sociales, también debemos tener en cuenta que las consecuencias de la incontinencia verbal en éste entorno son mucho mayores porque:
- Los contenidos aunque se eliminen pueden ser copiados y guardados.
- Los comentarios pueden ser leídos por decenas e incluso cientos de personas.
- Quienes reciban el mensaje lo interpretarán como puedan o como quieran.
- Los contenidos se distribuyen y se comparten de forma viral.
- No todos analizarán si lo que leen es fruto de la incontinencia verbal.
Entiendo es importante hacer hincapié en no confundir incontinencia verbal con verborrea, como tampoco confundir personas con problemas de control emocional con aquellas que carecen de cierto grado de educación mínima; porque en las redes sociales encontraremos todo tipo de conductas y comportamientos. Insisto que en las redes sociales no solo detectaremos la incontinencia verbal, también encontraremos verborrea, falta de educación, egos mal trabajados en la búsqueda de alimento, provocadores compulsivos y también de los que provocan premeditadamente para generar cierto grado de repercusión. Al mismo tiempo, notaremos cómo se ha perdido el uso de la netiqueta en las redes sociales, y cómo también ciertos usuarios utilizan el insulto gratuito como forma de comunicación. En modo alguno se debe confundir al provocador o al mal educado con una persona que padece de incontinencia verbal, y ello no solo procede ser aplicado al ámbito de las redes sociales, también es menester hacerlo en nuestro día a día. Al final de cuentas, las redes sociales no son más que el reflejo de nosotros mismos y de nuestras sociedades, como también son reflejo de nuestras conductas y comportamientos muchas veces distorsionados tanto de forma consciente como inconsciente.
Formas de incontinencia verbal en las redes sociales.
Para entender el aumento de los casos que se detectan de incontinencia verbal en las redes sociales hay muchas teorías y diferentes conceptos que valorar, aunque en mi opinión personal nunca debemos dejar de lado que es solo una forma que cobra la incontinencia verbal, y que ello es el resultado de una persona que la padece. Los nuevos sistemas que utilizamos para comunicarnos y vincularnos socialmente lo han cambiado todo; tecnológicamente hablando, el cambio que experimentamos en un par de décadas ha sido literalmente revolucionario. Las redes sociales facilitan la comunicación y la vinculación de las personas, como también hacen emerger ciertas conductas y comportamientos que años atrás solo se lograban detectar a través de la experiencia interpersonal directa o gracias a la literatura especializada. No es que ahora hay más casos de incontinencia verbal, sino que hoy día las personas con incontinencia verbal también se vinculan a través de las redes sociales y participan en ellas.
- Muchas veces en las redes sociales se intenta impresionar a los otros, procurando parecer inteligentes con los comentarios o intentado ser personas interesantes, incluso pretendiendo proyectar de forma consciente una imagen personal que no coincide con la realidad. Lo anterior puede eventualmente provocar la incontinencia verbal, porque la persona deja de tener en cuenta lo que manifiesta y sobre todo olvida a quién se lo esta transmitiendo. El autoconcepto y la identidad individual no se construyen a través de las redes sociales, quedan determinados como el resultado de un proceso que se desarrolla en las diferentes fases de la vida de una persona.
- Vinculado al punto anterior encontramos los egos mal trabajados que inundan las redes sociales, muchos son capaces de cualquier cosa para intentar captar la atención de los demás, incluso cayendo muchas veces en la incontinencia verbal. Si tienen miles de seguidores se sienten importantes y si hay que pagar para conseguirlos se paga, el tema es que confunden calidad con cantidad. En las redes sociales son muchos los que buscan reforzar su autoestima centrados en la búsqueda de la aceptación de los demás, y cuando no lo logran corren el riesgo de caer en la frustración.
- Se ha ido perdiendo el sentido de dónde y cómo se comparte la información, sin tener en cuenta que no se pueden decir las mismas cosas en todos los ámbitos. Cada ámbito y entorno son particulares, requieren de un lenguaje específico y de la utilización de ciertos códigos; no se puede hablar de igual forma con todas las personas ni hablar de lo mismo en cualquier ámbito. En tal sentido, la persona con incontinencia verbal en el ámbito de las redes sociales se comportará como en cualquier otro, y tendrá las mismas dificultades para controlar sus palabras como en cualquier otra circunstancia.
- No considero oportuno responder a la invitación que hacen las redes sociales a compartir nuestros pensamientos sin filtrarlos previamente. ¿Qué estás pensando?, una simple pregunta que se suele encontrar en los perfiles de las redes sociales cualquier usuario, y que si la responde sin la previa reflexión le hará presa fácil de la incontinencia verbal. Pensar antes de compartir un contenido en las redes sociales o reflexionar un instante sobre lo que vamos a decir en un comentario no es reprimirse, es ser prudente.
- Contar las miserias personales o hacerlas publicas a través de las redes sociales se confunde con practicar la inteligencia emocional; un concepto muy seductor y extendido a nivel popular, sobre todo gracias a los libros de auto-ayuda, aunque nada tiene que ver con el control emocional o la practica de la inteligencia afectiva. La empatía de forma efectiva y saludable no se consigue a través del lamento.
- No comparto la teoría extendida por muchos autores de que una de las formas de controlar los estados de ansiedad sea hablando de nuestras vidas a través de las redes sociales; al contrario, considero que ello aumenta incluso la ansiedad y facilita el caer en la incontinencia verbal. Sin dejar de lado que siempre existe la posibilidad de que una respuesta a un comentario pueda generar un nivel mayor de ansiedad, como también que un hilo de discusión se pueda transformar en un bucle de confusión potenciando las posibilidades de que surja la incontinencia verbal.
- Las redes sociales no son el diván virtual de un psicoanalista ni el confesionario del Gran Hermano, y ello provoca que muchas personas caigan en la incontinencia verbal. En las redes sociales las personas suelen desinhibirse y se desbloquean ciertos mecanismos de control interno, pensando erróneamente que sus comentarios no serán leídos cuando en realidad ocurre todo lo contrario.
Se pueden citar decenas de autores que han abordado el tema de los cambios de comportamiento producidos a causa de la redes sociales, y sin embargo específicamente sobre la incontinencia verbal en dicho entorno no se suele encontrar mucho material de referencia. Por ello lo anterior solo debe ser tomado como parte de mis opiniones personales y profesionales, éstas últimas sin más referencias que las derivadas de mi propia experiencia profesional e ideas que voy construyendo para intentar explicar la incontinencia verbal en las redes sociales.
En cualquier caso, no pretendo en modo alguno quedar como un experto sobre la incontinencia verbal manifestada en las redes sociales, como tampoco marcar pautas al respecto. Simplemente reflejo opiniones y hechos que muy probablemente cualquiera pueda constatar.
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