Ayer cientos de personas se arremolinaron en el cine de un centro comercial sevillano para ver "Amanecer". Entre esas personas estaba mi novia y un servidor. la experiencia en un inicio fue placentera incluso, pague mi entrada con descuento por carné de estudiante y me dispuse a partir rumbo a la sala con la susodicha. Pero todo el gozo cayó en un pozo en el momento que vi a decenas de adolescentes hormonadas esperando ver a un "chucho" desnudo y a un "chupoptero" con problemas emocionales.
La gente llegaba tarde, me tiraron la comida que había llevado para distraerme mientras los "apasionantes hechos" ocurrían en la pantalla... en fin un dilema.
Os estaréis preguntando: ¿y por qué ha llamado al artículo así? Pues muy sencillo, os lo explico en un segundo. Una película de una calidad tan ínfima como esta (incluso Torrente está por encima) ha conseguido congregar a una cantidad de gente tan brutal, perfecta combinación entre calidad/beneficios para un empresario. Han coseguido llenarse la "saca" con un presupuesto de risa ¿quién no querría eso para sí? En cambio, peliculas de una calidad tan inmensa como El árbol de la vida o, incluso en una situación muchísimo más baja de difusión, Nader y Simin: Una separación, han ido cuatro gatos a verla al cine.
El público a hablado señores: si lo que vende es mierda, todos comeremos en McDonald.