Es posible que en alguna ocasión te haya sucedido, creas un documento en Word, te esfuerzas en recopilar información y como la cereza del pastel encuentras un tipo de letra que encaja perfectamente con lo que deseas transmitir.
Todo esto sólo para descubrir que a la persona que se lo envías de pronto le ha cambiado la letra e incluso el formato utilizando los que tiene por defecto.
¿Y entonces que hago?
La solución más sencilla es enviar el archivo de Word más el archivo que contiene la tipografía.
Por supuesto, hay que tomar en cuenta otros factores como: el trabajo que supone para el usuario que recibe el documento realizar la instalación de un archivo que no conoce, y por otro lado la licencia que aplique a dicha tipografía.
Por suerte, el software de Microsoft permite incrustar fuentes en tus documentos de una manera simple, enseguida aprenderás a hacerlo en sólo 3 pasos:
1. Con tu documento de Word abierto da clic en Archivo > Opciones
2. En el menú izquierdo de la ventana emergente selecciona la opción Guardar.
3. En el apartado Mantener la fidelidad al compartir este documento selecciona Incrustar fuentes en el archivo.
Consideraciones que deberías tomar en cuenta
- El receptor del archivo podrá ver y modificar las fuentes incluso cuando no las tenga instaladas en su equipo.
- Solo se pueden incrustar fuentes TrueType y OpenType.
- De manera opcional puedes marcar también la opción Incrustar sólo los caracteres usados en el documento ideal para mantener controlado el tamaño del documento, aunque es poco recomendable si el receptor pretende editarlo.
- Utilizar negritas y cursivas incrementa el tamaño del documento, cuanto lo hace dependerá de la fuente utilizada.
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