Hace un par de meses, aprovechando un viaje a Barcelona, le hice una visita a mi viejo y entrañable amigo, José Luis de Mier, amante de los grandes libros. Pude admirar una buena colección de libros en su casa y en su despacho, entre los que se encuentran "Los incunables" y los Cantorales Kiriales o Antifonarios. Aquellos son los impresos antes de 1500 y están catalogados a nivel mundial.
Estan decorados a mano en todas las letras capitales y todos los puntos y comas. La fecha se pone siempre al final. Para no tener que escribir palabras completas y para ahorrar papel y espacio abundan las abreviaturas. No tienen portada. Entre los ejemplares que lucen en casa de mi buen amigo, se encuentra el de Tomás de Argentina (Estrasburgo), uno de los grandes juristas de la Edad Media. En cuanto a los Cantorales se trata de libros de 8o por 50 centimetros con pastas de madera y hojas todas de piel de ternera, donde se recogía el Canto Gregoriano . Uno de los ejemplares, del siglo XVI, perteneció al Monasterio de San Benito de Valladolid (380 hojas con unas letras capitales de media página, decoradas a mano que José Luis utiliza para hacer sus felicitaciones de Navidad. Otro por ejemplo fué comprado en Palencia hace ya tiempo. Me confiesa que hoy no podría comprarlos por su alto valor económico. Su deseo era tener y hojear libros de esta categoría, lo que se ha convertido ya, quizás, en manía. Aprovechando la afición de mi amigo, dejo sobre esta entrada mi felicitación más sincera a cuantos me han seguido desde que comenzó mi andadura bloguera y, sobre todo, a esos 300 curiosones que desde los más alejados puntos del mundo me visitan casi a diario.A todos, a todo el mundo: ¡¡¡ Zorionak eta urte berri on !!!