Dice Alan Kay que la mejor forma de predecir el futuro es inventarlo. De hecho en este preciso momento, hay empresas, organizaciones, comunidades, ciudades o naciones enteras trabajando para inventar un futuro. En algunos casos este futuro lo construyen las personas que representan, de forma legítima o no, los intereses de estas personas. En otros casos, la construcción de este futuro es un proceso participativo al que pueden contribuir con su voz todas las personas interesadas en el proyecto.
Actualmente estamos asistiendo a una innovación continua en torno a metodologías para que empresas, organizaciones y comunidades puedan definir futuros deseados y poner en marcha procesos de cambio orientados a alcanzarlos. Una de las más interesantes es la Indagación Apreciativa, una metodología para el cambio desarrollada por David Cooperrider que parte desde lo mejor que hay en nosotros mismos, en nuestras organizaciones y en nuestras comunidades.
Los procesos de cambio basados en la Indagación Apreciativa son procesos participativos que implican a todos los stakeholders que interactúan con el sistema social para el que estamos construyendo un futuro (empresa, organización, comunidad). Un proyecto de Indagación Apreciativa se puede desarrollar en diferentes formatos: desde un evento de un día de duración hasta un proceso organizado de entrevistas y sesiones de trabajo que puede llevar varios meses. En cualquiera de los casos la secuencia de actividades sigue el esquema de las cuatro D: descubrir (discovery), soñar (dream), diseñar (design) y destino (destiny).
La fase de descubrimiento consiste en comprender qué le da la vida a la organización o a la comunidad con la que estamos trabajando. Es una pregunta positiva en torno a las fortalezas del grupo y a sus factores de resistencia. Ambos son las cualidades que hacen único al grupo. En ellos se encuentran su liderazgo, su historia, su razón de existir, sus valores y, en general, todo lo que sostiene a la comunidad y le da continuidad a su éxito.
Una vez definidos estos factores de resistencia se desarrollan actividades para que afloren los sueños que las personas tienen sobre el futuro de la comunidad y sobre su futuro dentro de ella. La fase del sueño es una tarea práctica y creativa que parte de las fortalezas detectadas en la comunidad para identificar qué futuro desean las personas que interactúan con ella. Para ello se exploran los deseos, las aspiraciones y las esperanzas de estas personas.
Tras conocer el futuro soñado el proceso continúa con la fase de diseño, el momento en que se definen las acciones y los grupos de trabajo que se pondrán en marcha para dar vida al sueño y convertirlo en una realidad. Finalmente, la fase de destino consiste en un trabajo de planificación para crear un calendario en que se despliega la secuencia de tareas, fechas y grupos responsables.
Lo que diferencia la Indagación Apreciativa respecto a otras metodologías para el cambio participativo es que parte de la cultura de la apreciación, pues trabaja con lo positivo, con lo que le da la vida a la organización. Es un proceso basado en la conversación entre los grupos de interés, en la creatividad, en la imaginación y en el optimismo como punto de partida para lograr el cambio.