Revista Opinión
Los votos llamados 'indecisos' van a decidir en último término el color o colores del próximo gobierno después de las elecciones generales del domingo 20.
El gobierno actual hace hincapié en que han conseguido remontar económicamente al país; que están creando empleo, que cuando llegaron al gobierno en 2011 encontraron un país en quiebra; que han tenido que tomar decisiones muy impopulares; que se encontraron con temas que no conocían.
Pero creo que el Partido Popular no ha sabido gestionar lo que le estalló en su propio partido, algo tan intolerable como han sido los casos de corrupción, empezando con el caso Bárcenas.
Aquí no podemos dejar a un lado que nadie ha tenido la decencia política de admitir que el Partido Popular se ha financiado con el llamado dinero negro.
Cada vez que se descubría un caso de corrupción -fuera responsable quien fuera- el que se sentía señalado, respondía: "nosotros acataremos lo que digan los tribunales".
Recordemos, todavía tenemos casos abiertos a 2015, con una cifra verdaderamente escandalosa: 1.700. 1700 causas con más de 500 imputados, que ahora se llaman 'investigados'.
De acuerdo con lo que decía la memoria de 2013 del Consejo General del Poder Judicial, se investigaban entonces 1.661 casos de corrupción (me gustan los números capicúa). La Comunidad Autónoma que entonces se llevaba el 'premio' era Andalucía con 541 casos, le seguía la Comunidad Valenciana con 200 y cerraba la lista La Rioja, con 4 casos.
Pero al margen del 'y tú más' que emplean todos los políticos para echarse en cara que todos están manchados por casos de corrupción, que lo están, tengo la sensación que en último termino los ciudadanos en general somos en último término (según la última encuesta de intención de voto) los responsables de que la corruptela continúe.
¡Indecisos uníos! Votad a los partidos menos corruptos. Indecisos votad a la decencia, no a la indecencia.