El viernes 16, poco después que Carme Forcadell acudiese a la citación del juzgado acompañada por una considerable manifestación ciudadana de apoyo, Iñigo Méndez de Vigo, actual portavoz del gobierno, en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros tuvo la indecencia de afirmar “Insinuar que en España la justicia no es independiente es falso e injusto” y “En España no hay impunidad, todos estamos sometidos al imperio de la Ley. Nadie puede tener carta blanca para desobedecer las leyes y menos todavía los que han de cumplir una función pública“.
Lo primero que me vino a la cabeza después de oír tal demostración de nula vergüenza, y cuando mi enfado ya empezaba a remitir fue que, con el segundo comentario le había salido la perfecta descripción de exactamente lo totalmente opuesto a la actuación de la Justicia en la multitud de casos de corrupción de su propio partido.
Como una demostración más del absoluto desprecio que el PP tiene por la verdad y la decencia, el bocinazo del portavoz se produjo casi al mismo tiempo que tanto el Tribunal Supremo como la Fiscalía daban definitivamente carpetazo al asqueroso tema de la conspiración entre Fernández Díaz y de Alfonso, uno de los peores, más sucios y antidemocráticos delitos que puede cometer un político, que en USA le costó el cargo nada menos que a un presidente mientras en España la corrupta cúpula judicial a la orden del PP no solo da carpetazo al asunto sino que uno de los motivos que aducen es que los hechos denunciados ¡FORMAN PARTE DE SUS FUNCIONES!. En el futuro lo único que podrá superar este enorme insulto a los ciudadanos serios y esta burla de la Ley cometida desde la propia Justicia será que fijen fecha y hora para que todos los presidentes de Altos Tribunales y Fiscalías acudan a un plató de TV, se bajen los pantalones y al unísono nos muestren sus redondos traseros.
En el primero de los comentarios infectos probablemente el Sr. Mendez de Vigo creía que descalificaba a los independentistas y los muchos que denuncian la apropiación del Poder Judicial por parte del PP, pero en realidad descalificó también los múltiples, repetitivos y variados avisos y condenas de la desaparición del Poder Judicial independiente en España por parte de las principales organizaciones internacionales encargadas de defender la aplicación de la justicia en países democráticos, tales como el Consejo de Europa, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, etc., sin olvidar el reciente informe del Grupo de Estados contra la Corrupción (GRECO), organismo que integra todos los países europeos y los USA, que deja la Justicia española a la altura de la de una vulgar dictadura bananera, en el que llegan a afirmar que el Poder Judicial es hoy una dirección general más del Ministerio de Justicia español.
La ventaja del portavoz es que dispone de una parroquia que se lo cree todo aunque afirme que la tierra es cuadrada y a topos, constituida por los que les votaron a pesar de sus mentiras, corrupciones y barbaridades jurídicas porque lo importante para esos votantes es que el PP pretende, con el manido dialogo o sin él, acabar con el problema catalán igual que lo harían ellos, a palos, y eso si es importante, mucho más que acabar con la corrupción, las estafas, el expolio y las tomaduras de pelo.
Respecto al asunto al que se refería el Sr. Portavoz, si alguien quiere conocer la realidad sobre la forma en que un partido corrupto manosea las leyes, le recomiendo ir a la web de El Periódico de Barcelona y cuando aparezca la portada, en el extremo superior derecho en el recuadro que indica “Buscar” escribir “Joan Queralt” y hacer clic en la lupa. Aparecerá la lista de artículos publicados por el catedrático de derecho penal de la Universidad de Barcelona y entre ellos encontrareis varios que denuncian que las acciones emprendidas por el 9-N y contra Forcadell serían rápidamente tumbadas por un tribunal supremo serio de un país realmente democrático con sus Poderes bien separados, es decir el mangoneo del PP con la Justicia no se limita a defender a sus corruptos, también lo utilizan para estirar o encoger las leyes aplicándolas e interpretándolas, e incluso inventándolas a su conveniencia.
Creo que en este momento la mayoría de los catalanes que en un hipotético referéndum votaríamos por la independencia no lo haríamos por puro nacionalismo, sino que el resto de España nos ha convencido que la única solución es salirnos del montón de mierda en que las mentiras y la corrupción del PP han transformado a España, con el apoyo del PSOE, gobernada por una clase política que manosea la justicia; que en Europa han llevado a España a los primeros lugares de casi todo lo negativo y en los últimos lugares de casi todo lo positivo; que recortan en sanidad, educación y servicios sociales en general mientras no han tocado para nada nuestra desastrosa y antieficaz Administración Pública que mantiene multitud de altos cargos y asesores con elevados sueldos totalmente prescindibles y no ha bajado su despilfarro en gastos, ni tan solo en coches oficiales; que no construye infraestructuras donde crean riqueza sino donde ellos querrían que se crease, aunque sea en medio del páramo y aunque sea en contra de la opinión de todos los expertos y de los técnicos de la U.E.; que permiten a sus amiguetes montar grandes negocios en la explotación de infraestructuras y similares, y si el negocio falla les compensan más que sobradamente con el dinero del contribuyente que acaba pagando por todos lados un coste del proyecto enormemente superior al real; gobiernos que no soportan otra lengua y cultura viva en el territorio que la castellana o asimiladas; que afirman que el referéndum está prohibido por la Constitución cuando ni lo menciona, ni nuestra Constitución es muy distinta de las leyes fundamentales de los países donde se han celebrado referéndums de independencia; que cuando una instalación que no es de su agrado, como el puerto de Barcelona, entre otras, gracias a una correcta gestión tiene éxito y obtiene beneficios, en vez de apoyarlos se les ponen todos los palos posibles en las ruedas y se les obliga a financiar otras instalaciones mal gestionadas y el coste de las obras repetidamente incumplidas por el gobierno; el mismo gobierno que dice que va a dialogar cuando pone como condición previa la rendición incondicional; gobiernos a los que el futuro energético del país les importa un bledo y son los únicos en todo occidente que han asesinado el desarrollo de las energías alternativas y que no solo permiten sino que apoyan y protegen las estafas en los servicios públicos; que no solo incumplen sus promesas electorales sino que hacen exactamente lo contrario; que ofrecen servicios tercermundistas en las líneas férreas que no tengan su origen o destino en Madrid; y que en fin, gestionan los recursos públicos según sus intereses y gustos particulares demostrando diariamente que la correcta gestión económica les importa un carajo y medio, porque su única preocupación es llevar a cabo el expolio de los recursos del país de la manera más cómoda posible; y aunque la mayoría dice que quieren mucho a los catalanes, la realidad demuestra diariamente que nos odian más que a la propia ETA.
Por cierto, he empezado a leer un libro sobre el Opus Dei que de entrada mantiene que Opus y PP son lo mismo, es decir, que el PP es el brazo político del Opus. El tema posiblemente es discutible pero si hay algo en que son idénticos: en sus métodos.