Independecia en la cocina - Objetivo cumplido

Ya se que soy un adolescente, ya se que no soy mayor de edad e incluso se y reconozco que soy bastante patoso pero... aun teniendo esto en cuenta no estoy nada de acuerdo en que mi madre no me deje tocar la cocina salvo para hacerme un sándwich o poner algo en el microondas. Suena ridículo, lo se. Yo soy una persona que me encanta sentirme independiente, que yo solo pueda buscarme la vida. La verdad es que mi querida madre es tan buena que me hace imposible esto de intentar pensar de vez en cuando que no dependo de ella. Le encanta dejarme las cosas hechas y claro, ¡¿Cómo negarme!?

Esta entrada la escribo porque como ya he dado a entender, en mi casa es un problema cada vez que intento hacer algo nuevo en la cocina por mi cuenta. Así que como creo tanto en mi mismo y confío en no quemar la casa he decidido hacer dos platos sin la vigilancia de mi madre. Vuelve a sonar ridículo, pero háganme caso cuando digo que es todo un gran logro. Mi madre sabe que si me esfuerzo en las cosas puedo conseguirlas y hacerlas bien, pero desgraciadamente como dije al principio soy bastante torpe y se me suelen caer las cosas, lo que no va nada bien con la obsesión de mi madre por el orden y la limpieza.
Si os fijáis en el título de la entrada, al final pone "Objetivo cumplido". Bueno os explico, hasta ahora ya os había hablado de mis objetivos en bastantes entradas, pero aparte de los tres principales (surfear, tocar la guitarra, hacer un blog) también tengo muchos más, algunos bastante fáciles y estúpidos pero que los escribí porque tenía ganas de hacerlos, y me di cuenta de que si no los anotaba en una lista se iban a perder en el olvido. Yendo al grano, dos de los objetivos de mi lista consisten en: hacer un bizcocho y cocinar unas tortitas. Lo del bizcocho es porque me encantan, y que mejor que poder hacerlo cuando quiera. Por otro lado, lo de las tortitas lo escribí porque no las había probado nunca y tenía mucha curiosidad por saber como sabían tras verlas en tantísimas películas americanas.
Bueno para terminar ya, os diré que no solo lo hice el bizcocho, sino que encima le encantó a toda la familia y mi madre quedo encantada con lo limpio que quedo todo. A los dos días les volví a sorprender cuando se levantaron y vieron que les estaba preparando tortitas para desayunar. En conclusión, con esto me he ganado su confianza para poder empezar a sentirme mas independiente. ¡OBJETIVO CUMPLIDO!

Foto del bizcocho recién sacado del horno. Por fuera bien dorado como tiene que ser.