Hasta los Reyes Católicos no podemos considerar a España como un estado, hasta entonces eran pequeños territorios, en ocasiones denominados reinos, con múltiples reyes, condes, o regentes, con intereses particulares, diversos y en la mayoría de ocasiones contradictorios, que se agrupaban o deshacían, se asentaban en unos u otros lugares peninsulares en función de los matrimonios, de luchas vecinales, conquistas territoriales a cristianos y/o árabes o pactos comerciales o de tolerancia; con gran diversidad de formas de vida, alianzas, costumbres y bases legales, etc.
Lo anterior y posterior viene a cuento porque no comparto lo que me escriben en la polémica que estamos manteniendo sobre el independentismo, y que interpreto como soporte poco consistente para una postura política:‘’España es hoy así por un puro avatar político de finales de la Edad Media. El concepto de nación es una estructura mental y territorial de la burguesía, que no cuaja hasta la Revolución Francesa. Hasta entonces, "España" no existe. Hasta el siglo XIX era un batiburrillo de reinos, derechos forales y eclesiales’’El término español se conoce desde el siglo XI para designar a los habitantes de los varios reinos cristianos del norte peninsular, -primeros testimonios escritos del castellano y euskera siglo X y catalán el XI- lo cual no debe llevar a pensar ya en la existencia del estado español o España. Juan Pablo Fusi (‘Historia mínima de España’ Edit. Turner) escribe que en el XIII nacen las primeras historias sobre España ‘Chronicom Mundi’ de 1236, la ‘De Rebus Hispanie’ 1243, ‘Estoria de Espania’ de Alfonso X, 1271-1283, ello parece indicar que existe una realidad con identidad propia, sea la que fuere, que se empieza a identificar con la palabra España.Esa realidad toma un gran impulso con la unión del Reino de Castilla –unida anteriormente con León- y la Corona de Aragón; y posteriormente Navarra, siendo a partir de entonces cuando se empieza a identificar el término España con un estado; a) en el interior, con la puesta en marcha de instituciones y leyes comunes, -a pesar de que se mantienen las de cada reino- reorganización financiera, desarrollo económico con cierta extensión, vías de comunicación, un aparato de gobierno y burocrático, jurídico y militar y sobre todo la existencia de proyectos comunes, van configurando una unidad. b) en el exterior, en el Mediterráneo por las guerras,- los intereses de Aragón y realizadas con las tropas castellanas- en el Atlántico por el descubrimiento y conquista de América y en Europa por las constantes disputas y guerras. El peso fundamental en esa unión del nuevo reino de España lo determinan las poblaciones, Castilla 4.500.000 millones de personas, Aragón 850.000 y Navarra 120.000.Posteriormente esa identidad se afirma con Carlos V y se consolida con Felipe II, permaneciendo, el reino de España, con una estabilidad -según Fusi, libro citado-, ‘incuestionablemente superior durante los siglos XVI y XVII, a Francia e Inglaterra, las otras dos grandes naciones modernas’. Naturalmente la concepción nacional de los estados es algo más moderno, nace de las ideas de la Ilustración que entroniza la importancia del ser humano, los futuros ciudadanos, en aquellos momentos la burguesía naciente, compartiendo la soberanía, y apartando en mayor o menor medida, a las monarquías hereditarias de los dioses hasta entonces únicas soberanas y propietarias de los países junto con sus cortes, condes, duques,… la nobleza y el clero.No, España como nación, no nació en Covadonga, pero aceptar eso, no impide comprender que existiera desde los Reyes Católicos como proyecto común, al menos similar al resto de naciones tradicionales que conocemos y antes del XIX, aunque es evidente que el concepto nación no tiene la misma consideración en unos siglos u otros.PD. Se imaginan ustedes que los descendientes de los pueblos citados anteriormente nos reclamaran la pertenencia del suelo peninsular? Podemos suponer que tienen derechos sobre el territorio? En mi opinión no. Y ello a pesar de que los árabes estuvieron desde el 711, asentados en gran parte de la Península, 700 años, en diferentes oleadas, formas y pueblos. Han pasado menos años hasta hoy, desde su derrota en Granada, que si contamos desde entonces hasta la primera oleada en el 711.Revista Opinión
Sabemos que en la Península Ibérica existieron habitantes de procedencias distintas desde hace 3.000 años, está documentada la convivencia de pueblos indoeuropeos, fenicios, tartesos, iberos, celtas, griegos, cartagineses, romanos, de visigodos y naturalmente de árabes y cristianos en diversidad de reinos, situaciones y convivencias.