«Independencia» de Javier Cercas

¿Cómo enfrentarse a quienes manejan el poder en las sombras? ¿Cómo vengarse de quienes más daño te han hecho? Vuelve Melchor Marín. Y vuelve a Barcelona, donde es reclamado para investigar un caso vidrioso: están chantajeando con un vídeo sexual a la alcaldesa de la ciudad.

Cargado con su pesar por no haber encontrado a los asesinos de su madre, pero también con su inflexible sentido de la justicia y su rocosa integridad moral, Melchor debe desmontar una extorsión que no se sabe si persigue el simple beneficio económico o la desestabilización política, y, para hacerlo, se adentra en los círculos del poder, un lugar donde reinan el cinismo, la ambición sin escrúpulos y la brutalidad corrupta.

Por ahí, esta novela absorbente y salvaje, poblada de una pléyade de personajes memorables, se convierte en un retrato demoledor de la élite político-económica barcelonesa, pero sobre todo en un furioso alegato contra la tiranía de los dueños del dinero y los amos del mundo.

Editorial: Tusquets Editores S.A. (2021)

Nº de páginas: 400

Formato: Tapa blanda / Versión Kindle

Precio: 20,80 € / 7,59 €

Pues aquí estamos con la segunda parte de la supuesta trilogía Terra Alta. Parece que no, pero las aventuras de Melchor Marín enganchan...

Desconozco si Javier Cercas ha dejado Cataluña tras la escritura de una novela que se titula Independencia en la que desarrolla una trama en la que no solo no desmerecen los personajes principales y secundarios, sino que las alusiones a la alcaldesa de Barcelona, se supone que sucesora de Colau, resultan más que sugerentes. Escritor valiente y original, que sabe hacer sus deberes. Suma, resta, multiplica y divide, y ya se sabe que el que divide, vencerá.

Melchor está triste tras la pérdida de Olga, esa mujer que conocemos más por lo que se recuerda de ella que por lo que nos cuenta. Fallecida, ya nos podrá contar poco, pero la influencia sobre su marido será ¿eterna? No se puede establecer correspondencia entre ella y alguno de los personajes de Los Miserables, y quizás, solo quizás, en ello esté la clave que permita realizar paralelismos más exactos entre la vida de Melchor y la de Jean Valjean. No obstante, la semilla del amor por la lectura fue depositada por "el francés" y precisamente Olga, la bibliotecaria, la sencilla Olga, la regó. Poso en la persona, en el alma, que florecerá con el tiempo. Y eso que el argumento de esta entrega es más interesante, si cabe, que el desvelado en Terra Alta. Desterremos la creencia de que "segundas partes nunca fueron buenas", porque pueden ser mejores.

Novela negra, más oscura que su predecesora, nos muestra a un policía apunto de abandonar, que ha abandonado, que quiere cambiar, en un caso complejo con importantes implicaciones políticas, el mismo que le permitirá-cosas del azar- dar con la respuesta a preguntas que le acosan desde tiempos remotos. Tiempo de explicaciones y de justicia: Melchor Marín se consolida como justiciero, que ya quisiera Charles Bronson poseer su talante.

Para dedicarse a la política hay que dejar de lado los escrúpulos y es bastante aconsejable contar con un historial impoluto. Si no es así, se puede llegar a ser una persona honrada, eso sí, pero ineficaz, la piedra en el zapato de otros que han sufrido la metamorfosis. En cuanto al pasado, es fácil exprimirlo aunque mucho más difícil limpiarlo cuando se ha ensuciado lo suficiente como para enturbiar el agua con la que se pretende lavarlo.

Escenas subidas de tono sólo en la mente del lector y un ojo testigo, al otro lado de la pared, provocando emociones que terminan en orgasmos. La ley se escribe sobre la marcha, o al menos algunos lo creen así, y el precio se paga con intereses, vaya si se paga.

De repente, dos eslabones se unen y esta unión se hace viral hasta que portamos una cadena que se ha convertido en la prisión que nos ha unido a un relato del que no conseguimos escapar. En su casa, en los platós, en las ondas, Javier Cercas lo sabe, y ríe, porque incluso él mismo hace sus cameos en una novela de altura cuya lectura recomiendo. Es una novela de sensaciones que deja hambre si se sabe que un tercer plato espera para su degustación. Pero al Castillo de Barbazul volveremos en la próxima entrega, la cual ya tengo en mis manos.

Reseñado por Francisco Javier Torres Gómez

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