Son más de 200 años documentados con sus libros y cientos de revistas sobre el carácter bereber español, ‘moros más que os pese, contra los semitas, castellanos repugnantes, vagos… murcianos y almerienses peligro gravísimo degenerados, españoles productos de razas inferiores…’ son demasiados rasgos racistas, xenófobos, fascistoides, formando cuerpo doctrinal, para poder mostrar desconocimiento, siempre estuvieron ahí, en sus bibliotecas e instituciones, los catalanes como los alemanes han guardado y documentado extensamente su trayectoria, ahora han decidido salir a la calle y las redes con total claridad y ostentación, al igual que siempre hicieron los fascismos, con la seguridad que da el supremacismo para marcar y apartar a los otros catalanes y para echar espumarajos contra los españoles.
En este trabajo se citan solamente unas pocas frases para contextualizar, de los muchos libros editados disponibles y de cientos de artículos de revistas que pueden obtenerse en ‘Arca revistas catalanas’, y en los blogs indepes. La preparación de la última ofensiva secesionista se aplica desde los años 90, creando una realidad sufrida por muchos catalanes desde entonces. Ideología y comportamientos fascistoides unidos en un movimiento organizado, se puede caracterizar como fascista, de hecho muy pocos movimientos fascistas han tenido una elaboración teórica de su doctrina, ideas, ideología, tan extensa y elaborada, ello a pesar de que no todas las personas que luchen por la independencia lo sean, hoy. La cuestión es que las élites catalanistas definieron las bases ideológicas, los comportamientos, objetivos y organización, ellos han creado el movimiento independentista, que define a cuantos participan implantándoles sus rasgos.‘’Nunca la verdadera bandera nacional de los catalanes pudo ser una bandera política. No. La bandera catalana no puede ser otra cosa que el espíritu de nuestra misma tierra. Es la canción del viento en medio del pinar; es el rumor de las olas en dulce coloquio con la tierra; es el parpadeo de las estrellas en las noches largas y serenas. Es el agua que baja precipicio abajo, que si alguien quisiese desviarla volvería a precipitarse por las mismas entrañas de la tierra. ¡Por eso todos los pueblos encarnan en su bandera todo el espíritu y toda el alma de la raza! Por eso una bandera chasqueando contra el viento, en medio del relampagueo de las bayonetas, mueve la voluntad de los ejércitos.
Nosotros no concebimos al patriota por el color de la camisa que lleva; nosotros queremos el patriota poseído de aquella dignidad y fortaleza nacional en la que se estrellen todos los embates del enemigo. Fiel a esta tradición, y al recomenzar la lucha en este nuevo año que llega, renovamos bajos los pliegues sagrados la fe firme, la fe inconmovible, la fe milagrosa, de ser patriotas abnegados, de ser patriotas puros; y hacemos la promesa de sacarla para siempre de entre los cantos elegíacos y de las tablas electorales y llevarla a la victoria definitiva. Laus Catalonia’’. Daniel Cardona i Civit. “La bandera”, La Tralla 15. 6 enero 1923.
Ninguno de los activistas o sus apoyos, se plantea, ni por lo más remoto, que su actitud y prácticas sean fascistas, neo o post ahora es secundario, hoy como entonces quienes están insertos en su movimiento asumen su activismo como creadores de una sociedad nueva enfrentados al resto de ciudadanos que no los secundan, que en Cataluña son más de la mitad. Una diferencia importante de cara a las conciencias, es que en aquellos momentos no fue posible contrastar su pasado, no tenían la posibilidad histórica de comprobar aquella retórica con los resultados. Hoy podemos estudiar el pasado, hechos y documentos, tenemos capacidad para comprender la ideología que los sustentaba y los comportamientos de aquellos movimientos, sabemos que ‘la distancia entre la grandilocuencia del mito y las realizaciones prácticas no borra el hecho de que el mito tuvo una influencia de inmenso relieve’. Hoy tenemos la posibilidad de constatar similitudes en las ideas grandilocuentes que condujeron a desastres humanitarios, y por tanto, podemos ver al movimiento independentista muy parecido con el pasado fascista.
Los fascismos nunca asumieron en todos los países la totalidad de rasgos comunes, no fueron todos iguales, mostraron rasgos diversos en el transcurso del tiempo, no fueron igual antes que después de la toma del poder, no fueron iguales en unos países que otros, en palabras de Ricardo Chueca: ‘cada país da vida al fascismo que necesita’. Naturalmente las similitudes ideológicas y comportamientos, hoy están acondicionadas al momento y lugar, adaptadas al mundo europeo actual conformado por sociedades muy desarrolladas económica y políticamente, sin guerras recientes en la memoria, u ocultadas como las de la antigua Yugoslavia, hoy los nuevos fascismos deben considerar el concepto democracia como valor asumido internacionalmente, al tiempo que es despreciado el concepto fascismo, banalizado en la rutina diaria por una parte de la población y reducido por otra a la última idea de brutalidad y cámaras de gas. Hoy para sumar adeptos, las ideas ultranacionalistas, racistas, xenófobas, totalitarias y supremacistas, se envolverán en celofán democrático para intentar hacerlas desaparecer de la representación como rasgos fascistas que fueron y son.