La volatilidad, estabilidad o tendencia de un mercado son formas de alguna manera relativas, ya que mucho depende del arco de tiempo en el que se esté trabajando y no todos los períodos o ciclos se comportan de la misma forma. Un inversor a largo plazo sabe que el mercado, podemos decir que el arco de un año, es mucho más estable que el de un día. De hecho, los inversores que operan en plazos de pocos minutos tienen que tener una fuerte resistencia a las emociones, ya que todo puede pasar en esos breves minutos y su capacidad está en saber aprovecharlo bien .
Como bien se ha dicho en ediciones anteriores, una de las claves del éxito de un trader es saber mantener la calma y no dejarse llevar por las emociones y para ser sinceros este es unos de los grandes problemas de los que empezamos en este mundo del trading. Como nos dejemos llevar por las emociones podemos ser fácilmente manipulados por las situaciones en ese momento y tender a la apertura o cierre prematuro de alguna de sus posiciones lo que nos puede llevar indefectiblemente a perder todo o parte de nuestro capital invertido. Pero no desesperéis queridos lectores, la tranquilidad y el buen pulso a la hora de operar se logra con el tiempo.
Ahora si, volviendo a retomar las riendas del trading y al mercado de tendencias; un movimiento en el arco de un par de días puede ser considerado como mercado lateral volátil, mientras que un fragmento de cinco minutos que represente un movimiento hacia arriba puede ser considerado una tendencia alcista aprovechada por un scalper. Aclarado este aspecto relativo del mercado, la volatilidad es un aspecto importante que merece la pena monitorear para realizar una estrategia de inversión, basada en este tipo de acontecimiento e intentando adelantarnos para ponerlo a nuestro favor.
Para medir la volatilidad de un mercado un trader tiene a su disposición tres principales indicadores.