Originally posted 2018-09-22 13:40:41.
El Índice de Percepción de la Corrupción de Transparency International 2018 muestra que, a pesar de algunos avances, América Latina sigue experimentando serias dificultades para combatir la corrupción.
Muchos países de América Latina y el Caribe continúan siendo percibidos como algunos de los más corruptos del mundo, según la última edición del Índice de Percepción de la Corrupción de Transparency International , publicada el 21 de febrero.
Utilizando una escala de 0 a 100, en la cual los puntajes más altos representan bajos niveles de corrupción, el índice clasifica a 180 países alrededor del mundo por sus “niveles de percepción de corrupción en el sector público, según expertos y empresarios”.
El estudio señala que Venezuela y Haití son, una vez más , los dos países con los niveles más altos de percepción de corrupción en la región, mientras que Uruguay y Barbados se ubican en el otro extremo de la escala.
Según el Índice de este año, la percepción de corrupción ha empeorado en 14 de los 30 países de América Latina y el Caribe donde se realizó el estudio, mientras que ha mejorado en 11 países y se ha mantenido estable en cinco.
El estudio indica que se han logrado algunos avances en la región en términos de leyes e instituciones que “promueven la transparencia y la rendición de cuentas”. También destaca los avances en varios casos destacados, incluidas las numerosas investigaciones de corrupción relacionadas con el escándalo transnacional de la constructora brasileña Odebrecht y las investigaciones de élites empresariales y políticos corruptos llevadas a cabo por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Sin embargo, el estudio revela que, en general, la percepción de corrupción en la región no ha cambiado significativamente y enfatiza que “las políticas globales para abordar las causas históricas y estructurales de la corrupción en toda la región” todavía no existen.
El Índice de Transparency International señala que los países de América Latina y el Caribe continúan experimentando serias dificultades en la lucha contra la corrupción y que algunos de los programas anticorrupción más exitosos en la región han provocado fuertes reacciones por parte de las élites.
No es de extrañar que Venezuela , que está recibiendo malas calificaciones desde 2014, haya sido percibida en 2017, una vez más, como el país con los niveles más altos de corrupción en América Latina. A medida que las crisis políticas, sociales y económicas del país se desarrollen e intensifiquen, es probable que persista la corrupción mientras el presidente Nicolás Maduro siga cerrándole la vista y se rodee de elites corruptas para mantener el control de la situación.
Los países del Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras) también tienen una mala puntuación en el Índice. Esto es particularmente preocupante, dada la presencia de agencias anticorrupción como la CICIG en Guatemala y la Misión de Apoyo contra la Corrupción e Impunidad (MACCIH) en Honduras. Las élites en ambos países han hecho todo lo que está en su poder para socavar y desalentar las investigaciones de estas comisiones, y el Índice Internacional de Transparencia registra debidamente que la población se ha dado cuenta y está muy consciente de esto.
Cabe señalar que un informe anterior publicado por Transparency International en octubre de 2018 señaló que los ciudadanos de toda la región están convencidos de que pueden tener un impacto en la lucha contra la corrupción generalizada, a pesar de que creen que la corrupción, de hecho, Está empeorando.
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